La nueva Erin Brockovich.
Cuando leí el argumento de Betty Anne Waters enseguida me vino a la cabeza el drama basado en hecho reales que dirigió Steven Soderberg en el año 2000. Once años después nos llega otra historia verídica sobre una mujer en la treintena que lucha contra un sistema judicial americano tan injusto como el de cualquier otro país.
En este caso la protagonista, interpretada magistralmente por Hilary Swank, es una mujer divorciada, con dos hijos a su cargo, camarera en un bar de copas y estudiante de derecho. Hasta ahí todo correcto. Pero el drama de la historia, y bien gordo, es que ésta se pone a estudiar derecho para conseguir sacar a su hermano de la cárcel, donde entró por un asesinato que no cometió y donde pasó 18 años de su vida.
Película muy recomendable no solo por las actuaciones, también muy destacable la de Sam Rockwell como hermano encarcelado, sino porque trata con seriedad, respeto, dureza, emoción y educación un tema que de otro modo hubiera quedado ridículo y patético (como los telefilmes de Antena 3 a media tarde).
Una pena que no vayan a nominar (y si no al tiempo) a Hilary Swank al Oscar, porque una vez más se lo merece.
Cuando leí el argumento de Betty Anne Waters enseguida me vino a la cabeza el drama basado en hecho reales que dirigió Steven Soderberg en el año 2000. Once años después nos llega otra historia verídica sobre una mujer en la treintena que lucha contra un sistema judicial americano tan injusto como el de cualquier otro país.
En este caso la protagonista, interpretada magistralmente por Hilary Swank, es una mujer divorciada, con dos hijos a su cargo, camarera en un bar de copas y estudiante de derecho. Hasta ahí todo correcto. Pero el drama de la historia, y bien gordo, es que ésta se pone a estudiar derecho para conseguir sacar a su hermano de la cárcel, donde entró por un asesinato que no cometió y donde pasó 18 años de su vida.
Película muy recomendable no solo por las actuaciones, también muy destacable la de Sam Rockwell como hermano encarcelado, sino porque trata con seriedad, respeto, dureza, emoción y educación un tema que de otro modo hubiera quedado ridículo y patético (como los telefilmes de Antena 3 a media tarde).
Una pena que no vayan a nominar (y si no al tiempo) a Hilary Swank al Oscar, porque una vez más se lo merece.
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