lunes, 5 de marzo de 2012

J. EDGAR

Y con él, nació el FBI.
Clint Eastwood es un director de cine hecho a sí mismo a base de trabajo. Con los años ha ido ganando no solo experiencia delante y detrás de las cámaras sino también como persona, lo cual le ha servido para enriquecer sus largometrajes de personajes e historias excelentes. En esta ocasión nos relata de manera sobria, seria y elegante la vida de uno de los hombres más importantes y de más poder del siglo XX en los Estados Unidos de América. J. EDGAR Hoover fue el creador del FBI y su director durante más de 50 años sobreviviendo a ocho presidentes y tres guerras. Hoover era un hombre temido y respetado que no dudaba en saltarse las normas y la legalidad con tal de proteger a su país pero también era un hombre que vivía acomplejado por su homosexualidad. Eastwood cuenta su vida sin dejarse las partes más privadas aunque sin hacer exhibicionismo barato. La película en ningún momento busca el amarillismo. Se nota la complicidad entre el director y el sutil guión escrito por Dustin Lance Black (autor del libreto de MI NOMBRE ES HARVEY MILK) a la hora de no enjuiciar a tan temible personaje y de limitarse a narrar parte de la historia americana desde la perspectiva y la arriesgada voz en off de dicho individuo.
La cinta no está siendo de las más comerciales de su director en España aunque tampoco se puede considerar un fracaso. Es posible que el público potencial del cine de Eastwood no la elija por la antipatía que despierta Hoover y por la complejidad de la trama.
Yo pienso que hay que verla. Por la extraordinaria interpretación de Leonardo DiCaprio, la verdadera estrella del film, que dota a su personaje de emociones reprimidas, contenidas y de una fuerza en la mirada, en los gestos y en la voz que solo los grandes actores saben transmitir tan bien. Por la fotografía de Tom Stern y el tono sombrío que aporta al relato. Por la siempre eficaz y sutil música de piano del propio Eastwood. Por el eficiente elenco de secundarios con una Judi Dench, como madre del protagonista y fuente de sus complejos con la sexualidad, a la cabeza, la fiel secretaria interpretada por Naomi Watts o Armie Hammer (¡qué bien lo hace este chico!) como mano derecha de Hoover en el FBI y compañero-amante a lo largo de toda su vida. Porque todo en ella funciona bien. ¿Todo...? No. El maquillaje para envejecer a DiCaprio y Hammer es tirando a patético. Con lo bien que estaba Meryl Streep a los ochenta años en LA DAMA DE HIERRO, ¿por qué estos están tan mal?
VALORACIÓN:

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