Mirror, mirror... espejito, espejito!
De vez en cuando aparecen en cines varias versiones de una misma historia. Ya ocurrió, por ejemplo, con Robin Hood en el año 1991 (ROBIN HOOD, EL MAGNÍFICO vs. ROBIN HOOD, PRÍNCIPE DE LOS LADRONES). Ahora le llega el turno a la BLANCANIEVES de Tarsem Singh que deberá entrar en una absurda competición con BLANCANIEVES Y LA LEYENDA DEL CAZADOR de Rupert Sanders. Ambas parten de la misma base, el clásico cuento de los hermanos Grimm, pero han tomado derroteros diferentes. La obra de Sanders mostrará un mundo más adulto, oscuro y tenebroso donde una guerrera princesa enfundada en una armadura y con espada en mano deberá luchar contra la hermosa y malvada reina. (Esta será la ganadora en recaudación pues recordemos que la protagoniza la rancia de Kristen Stewart alias "la crepúscula"). Sin embargo, Tarsem ha preferido seguir una línea más cercana a Disney y hacer una cinta familiar, divertida y ligera pero no por ello insulsa.
La joven Blancanieves (Lilly Collins) vive recluída por su madrastra (Julia Roberts) en el castillo donde nació. Con su madre muerta y su padre desaparecido, la joven se siente desvalida por lo que decide confiar en la pérfida reina cediéndole el control sobre ella y su reinado. Al cumplir la mayoría de edad la princesa decide salir a explorar el reino y descubre que los súbditos viven en precarias condiciones. Trabajan duramente para pagar unos altísimos impuestos a la reina, por lo que están obligados a vivir en la miseria. Siete enanitos ayudarán a la princesa a recuperar el trono, que le pertenece por nacimiento, y a conquistar a un apuesto príncipe (Armie Hammer) que ha llegado a sus tierras en busca de aventuras.
Tarsem, de origen indio, ha creado un mundo luminoso, hipercolorista e incluso kitsch que recuerda a las películas de Bollywood. No hay más que ver el desenfadado final con canción y coreografía incluídas. Una película muy naïf en la que todos los actores parecen estar disfrutando de sus personajes. Entre ellos destacan la divina Julia Roberts, que aporta a su reina las justas dosis de carisma, perversión y comicidad, así como el joven Armie Hammer, divertidísimo, que con solo tres películas estrenadas se ha convertido en la nueva revelación de Hollywood.
Debo comentar el maravilloso vestuario creado por la recientemente fallecida Eiko Ishioka, habitual colaboradora del cine de Tarsem, que se dió a conocer al gran público al crear el vestuario del DRÁCULA DE BRAM STOKER de Coppola por el cual ganó el Oscar.
Una película para ver en família, en pareja, con amigos o a solas, pero para verla sin prejuicios. Promete lo que da, aventura, humor, diversión y romanticismo.
VALORACIÓN:
La película muy bien, me sorprendió agradablemente y me recordó, salvando las distancias, a La princesa prometida, por su buen rollo y sentido del humor. Pero telita con los encargados del casting de las dos películas de Blancanieves. Si se supone que el punto de partida de ambas historias es que la reina está obsesionada con ser la más guapa del reino y resulta que ya no lo es por culpa de su hijastra... ¿para qué escogen como madrastras a dos actrices como Julia Roberts o Charlize Theron, que le dan mil vueltas a sus respectivas Blancanieves?
ResponderEliminarTienes verdad.
ResponderEliminarLilly Collins más guapa que Julia Roberts, ja, ni en sueños.
Kristen Stewart más guapa que Charlize Theron...estamos locos o qué pasa?????!!!!!
Sí, sí, sí, sí y lo certifico.