domingo, 8 de abril de 2012

LUCES ROJAS

Desmontando a Anne Germain.
Hay mucha gente desesperada por creer y mucho interesado en enriquecerse valiéndose de las necesidades de estos desdichados. Siempre me he preguntado porqué alguien dotado de poderes paranormales trata de forrarse a costa de dicho don... y la conclusión a la que llego es que quien realmente percibe cosas no se aprovecha de las personas. Ni creo ni dejo de creer, pero cuando veo a gente haciendo espectáculo con las desgracias y miserias ajenas se me remueven las tripas.
Rodrigo Cortés debe de estar de acuerdo conmigo (más o menos) según lo que cuenta en su nueva película, LUCES ROJAS, donde trata de desenmascarar a esos charlatanes estafadores sin dejar claro si cree o no.
Tras el notable éxito de BURIED, película protagonizada por un acertado Ryan Reynolds, Cortés deja el minimalismo para crear un espectáculo visual tan inquietante como dramático. Para ello vuelve a contar con estrellas de Hollywood que además poseen talento y de las que saca lo mejor. En especial destaca una entonada Sigourney Weaver que representa la parte más incrédula de la historia al interpretar a la doctora Margaret Matheson que se dedica a estudiar fenomenos paranormales con la intención de desmantelarlos y demostrar que no son más que falacias. Su ayudante, el físico Tom Buckley (Cillian Murphy) siente una especial obsesión por el mentalista Simon Silver (Robert De Niro), uno de los hombres supuestamente más poderosos, hasta el punto de centrar sus investigaciones en averiguar si este no es más que un farsante o si realmente posee un don.
Como no quiero llenar la reseña de "spoilers" no cuento nada más y emplazo a todo el mundo a ver la película como simple espectador de cine fantástico para disfrutar de una cinta muy interesante que goza de momentos lynchianos (el encuentro entre Buckley y Silver en una habitación con cortinas rojas, tan escalofriante y turbadora como la de TWIN PEAKS: FUEGO CAMINA CONMIGO). No puedo dejar de destacar la presencia de Leonardo Sbaraglia (protagonista de la ópera prima de Cortés, CONCURSANTE) interpretando a un curandero al que desmontan el chiringuito ante cientos de devotos que abarrotan un teatro con la esperanza de que este les sane desde una minusvalía hasta un cáncer. Sin duda el mejor momento de la película.
Aunque no es una película extraordinaria y en ocasiones resulta un tanto pretenciosa, debo reconocer que es un thriller resultón, con una buena factura técnica y artística (atención a la música del siempre eficiente Víctor Reyes, a la fotografía de Xavi Giménez y a la cuidada ambientación) que representa un paso adelante en la carrera del director español.
VALORACIÓN:

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