Espía, soldado, sastre, calderero.
No es nada fácil hacer una reseña de esta película pues, aunque a grandes rasgos es un thriller clásico que mezcla el espionaje y el suspense por igual, si nos ponemos a desgranarla encontramos una trama compleja, incontables personajes, situaciones confusas y otras densas que enturbiaron mi mente, mi entendimiento y mi ya de por sí poca habilidad de síntesis. De todos modos debo decir que la película es muy buena y cuenta con grandes profesionales que aportan calidad a la traslación al cine de la novela de John Le Carré "El espía que surgió del frío".
EL TOPO está dirigida por Tomas Alfredson, director sueco de gran prestigio gracias a su anterior film, DÉJAME ENTRAR, que lejos de dar el salto al cine americano y, por ende, al blockbuster más comercial, se ha decantado por una producción inglesa de presupuesto modesto pero con un toque de "qualité".
Tampoco es fácil resumir el argumento (entre otras cosas porque aún no he terminado de entenderlo) pero lo voy a intentar. En plena guerra fría, años 70, el servicio secreto británico sospecha que tiene entre sus filas a un "topo" que pasa información al enemigo, así que le piden a uno de sus agentes más veteranos, George Smiley (Gary Oldman) que realice una investigación interna para descubrirlo. Ahí lo voy a dejar porqué como resumen creo que ya es suficiente pero la trama es más densa y complicada por la gran cantidad de personajes que la habitan y por la sutileza de algunas explicaciones y situaciones que llevan al equívoco, así que os emplazo a ver la peli un día de esos en los que se tiene la mente ultradespejada. Junto al grandísimo e injustamente tratado por la industria Gary Oldman, pasean talento y talante actorazos de la talla de Colin Firth, Tom Hardy, Mark Strong, Toby Jones y John Hurt, entre otros, y sin desvelar quién es el malo, o sea EL "TOPO", diré que me resultó bastante extraño que un actor de renombre como él tuviera tan pocos diálogos y secuencias, lo cual me hizo sospechar y acertar.
En definitiva, nos encontramos con una buena película que se apoya en la interpretación actoral y en los diálogos más que en escenas de acción trepidante y eso precisamente es lo que en ocasiones se echa de menos, un poco más de acción. Alfredson sabe narrar en imágenes y se encuentra cómodo en espacios oscuros y cerrados. Sabe manejar la cámara y acierta en casi todos los primeros planos que, huelga decir, están magníficamente iluminados acentuando los ojos de los protagonistas.
Mención aparte merece Alberto Iglesias, compositor español conocido esencialmente por sus colaboraciones con Pedro Almodóvar y Julio Medem, que aporta una partitura bella y sutil en algunos momentos y un perfecto acompañamiento de tensión en otros.
VALORACIÓN:
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