Cine iraní en estado de gracia.
Escarbando en mi memoria no logro encontrar ninguna película de Irán que haya visto anteriormente. Y la verdad es que vista Nader y Simin, una separación, me pregunto el porqué. Su director, Asghar Farhadi, cuenta en su filmografía con películas de renombre como A Propósito de Elly, que en su día no me llamó la atención, pero que espero recuperar pronto (de manera legal, por supuesto).
Nader y Simin, una separación, ganadora del Oso de Oro a la mejor película en la edición del 2011 del Festival de Berlín, así como dos Osos de Plata a las mejores interpretaciones masculina y femeninas para su pareja protagonista, nos acerca a la vida de un matrimonio que se enfrenta a una de las situaciones personales más difíciles, la separación. Simin, mujer con miedo al futuro de su hija que quiere emigrar a otro país para poder ofrecerle una buena educación y una seguridad que en Irán es bastante complicada de conseguir, se encuentra con que su marido, Nader, no quiere abandonar a su padre, recientemente diagnosticado de Alzheimer. Ella pide el divorcio, pero las estrictas e injustas leyes de su país se lo deniegan y es entonces cuando decide irse a vivir con sus padres. Nader, que no da abasto con la casa, su trabajo, su hija (que decide voluntariamente quedarse a vivir con el padre, esperando así que la reconciliación de sus progenitores no tarde en llegar), contrata a una señora para que le ayude a cuidar de su anciano padre, a partir de lo cual su pequeño infierno particular se convierte en una gran pesadilla.
Todos los personajes mienten u ocultan cosas y pese a ello no son malos, sino humanos que aciertan o yerran en sus decisiones (como casi todo hijo de vecino).
Un bombón de película que nos muestra que pese a las diferencias culturales y religiosas, las personas no somos tan diferentes ante la pobreza, el desamor, la enfermedad y que cuando estamos desesperados (y más ante una sociedad tan restrictiva) hacemos cualquier cosa para salir adelante.
VALORACIÓN:
¡Una de las mejores películas que he visto en este año! Y qué gafapasta suena eso de que te guste el cine iraní...
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