viernes, 9 de diciembre de 2011

LA CONSPIRACIÓN

La Justicia no es Justa.
Robert Redford siempre ha sido claro con su postura política (más bien de izquierdas) y se ha mostrado crítico, ya sea en sus películas o en su vida pública y privada, con el sistema judicial americano, la participación de sus paisanos en guerras recientes y el bipartidismo político del país. Quizás por esto y porque vive en un territorio en el que impera un pensamiento y sentimiento muy derechista (vaya, como nosotros en estos momentos...), sus películas más activistas suelen ser un fracaso comercial. Ya le ocurrió con su anterior trabajo, Leones por Corderos, y ahora de nuevo con La Conspiración.
Este drama basado en hechos reales trata un capítulo vergonzoso de la justicia estadounidense que aconteció tras el asesinato de Lincoln, decimosexto Presidente de los EE.UU. Ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al presidente, al vicepresidente y al secretario de Estado. La única mujer del grupo es Mary Surratt (Robin Wright), propietaria de una casa de huéspedes donde los acusados estuvieron alojados planeando los ataques. Un joven abogado, Fred Aiken (James MacAvoy), se ve obligado por su superior, Reverdy Johnson (Tom Wilkinson), a defender a la acusada, a pesar de que cree fervientemente en su culpabilidad. Poco a poco se va dando cuenta de que de lo único que es culpable es de encubrir a su hijo, el cual si formó parte de los atentados y está en paradero desconocido. A pesar de su empeño por salvarla de una muerte segura y de esmerarse en encontrar pruebas de su inocencia, el tribunal militar que la juzga y el Secretario de Guerra (Kevin Kline), secundados por el nuevo gobierno, la quieren como cabeza de turco para aleccionar y "tranquilizar" (según ellos) al desolado pueblo.
Todo el reparto está excelente, aunque debo destacar la madurez de Robin Wright y su emoción contenida durante la mayor parte del metraje, así como la caracterización (casi irreconocible) y buen hacer de Kevin Kline y la solvencia del emergente James MacAvoy. Sin desmerecer, para nada, los elogiables trabajos de Tom Wilkinson, Evan Rachel Wood, Justin Long y Danny Huston, que complementan y acompañan la labor de los protagonistas.
Redford demuestra un enorme talento para la dirección de actores (se nota que también es actor) y para rodearse de colaboradores que le ayuden a confeccionar un film con cuidados detalles de iluminación, sonido, maquillaje, peluquería, vestuario y decorados. A destacar la fotografía de Newton Thomas Sigel, que dota toda la película de unos tonos sepia que aportan belleza a las imágenes, y la música de Mark Isham que conduce las emociones del espectador a través de su partitura, en especial en el clímax final de la cinta y en el montaje paralelo del magnicidio de Lincoln y el intento de asesinato del secretario Seward.

Aviso 1: resulta un poco lenta al principio, pero cuando se transforma en una película de juicios (75% de la duración) coge un buen ritmo, así que paciencia que la cosa mejora a medida que avanza.

Aviso 2: de nuevo nos hallamos ante una peli de esas que da una rabia tremenda lo que cuenta y demuestra que el poder, en este caso político y militar, dispone de la justicia y de la vida de las personas a su antojo.
VALORACIÓN:

1 comentario:

  1. De acuerdo en todo todo...peeeeeeeeeeero, puntualizando el aviso 1, para los que como a mí les aburren enormemente las películas y series de abogados y juicios, la cosa empieza bien con los asesinatos y no se vuelve a animar hasta los últimos 20 minutos.

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