miércoles, 29 de febrero de 2012

MONEYBALL

Rompiendo las reglas.
Voy a empezar reivindicando la figura de Brad Pitt como uno de los mejores actores que hay en estos momentos. Pitt lleva toda su carrera luchando contra la genética, que ha servido a numerosos envidiosos para desprestigiarlo como actor. Señores, se puede ser tremendamente bello y a la vez un intérprete de nivel y aquí tenemos un claro ejemplo. MONEYBALL le ha valido a su protagonista numerosas nominaciones a premios de prestigio pero en ninguno de los casos se le ha concedido galardón alguno. ¿Por qué todo el mundo se deshace en elogios hacia George Clooney por su normalita e incluso sosa interpretación en LOS DESCENDIENTES y Brad Pitt, que se mete de lleno en la piel del director deportivo de los Athletics de Oakland, ha pasado tan desapercibido?
MONEYBALL, basada en hechos reales, cuenta la historia de Billy Beane (Pitt), un ex jugador de béisbol reconvertido en directivo de los Oakland que junto a su joven asistente Peter Brand (Jonah Hill), recién licenciado en económicas, aplicará patrones matemáticos para formar un equipo capaz de ganar la liga.
Si alguien se echa para atrás a la hora de ver la película, cuando lee el argumento, por el hecho de encontrarse ante una película de deportes y más concretamente de béisbol, tan desconocido entre nosotros, que no se lleve a engaño. El deporte es la excusa para contar una historia de superación y de ascensión al éxito, o al menos de intentar alcanzar ese éxito. No hace falta entender de dicho juego para ver y disfrutar la cinta de Bennet Miller. Este director, conocido por su biopic sobre el genial escritor TRUMAN CAPOTE, realiza una película sobria y de narrativa correcta que se sustenta en un guión muy sólido de los siempre interesantes Steven Zaillian y Aaron Sorkin (LA RED SOCIAL). No es una gran película pero sí es resultona y entretenida, ya que a pesar de las más de dos horas de duración el ritmo no decae ni la historia pierde interés, sino todo lo contrario. A medida que vas conociendo al personaje de Beane, su relación con su hija (maravillosa Kerris Dorsey, la cual cuenta y canta con una preciosa voz), con los jugadores de su equipo (atención a la escena en los vestuarios donde los derrotados jugadores parecen estar celebrando una victoria y Bean les sermonea por ello), con el entrenador (intenso Phillip Seymour Hoffman), con los asesores e incluso con su ex mujer (Robin Wright) más te enganchas a la historia la cual te logra contagiar de su energía optimista.
VALORACIÓN:

domingo, 26 de febrero de 2012

SHAME

¿Vergüenza?
Cuando una película trata sobre sexo, ya sea en tono erótico, cómico, dramático, trágico o con un toque de thriller, ciertos distribuidores y exhibidores se asustan
-¿vergüenza?- ante un posible rechazo del público asiduo a las salas cinematográficas. Yo les recomendaría que antes de juzgar la película por el envoltorio (esto también va para el público más mojigato) se dignaran a dar una oportunidad al producto de calidad que se esconde tras la premisa. Steve McQueen, artista polifacético y director inglés que comparte nombre con el mítico actor apodado "The king of cool" protagonista de títulos como BULLIT o EL COLOSO EN LLAMAS, estrena por primera vez en nuestro país una película (aún está pendiente de llegar a nuestras salas su ópera prima HUNGER -¿vergüenza?-). A pesar del enorme reconocimiento que SHAME ha tenido en diferentes festivales y de las buenas críticas recibidas, el estreno en nuestras salas ha sido muy minoritario -¿vergüenza?-, pero una vez más el público español, que no es tan carca como muchas veces nos hacen creer, está respaldando la cinta. El omnipresente Michael Fassbender, actor fetiche de McQueen que ha protagonizado sus dos films y que formará parte del elenco del tercero junto a Brad Pitt y Chiwetel Ejiofor, se transforma en Brandon, un treintañero neoyorkino con una preocupante adicción al sexo. Su vida se limita a trabajar como ejecutivo de una empresa, salir de copas con su jefe, fornicar con todo bicho viviente (no pretendo ofender a nadie con lo de bicho, es un decir) y masturbarse en el baño o tener cibersexo de manera compulsiva -¿vergüenza?-. Cuando su hermana Sissy (Carey Mulligan) aparece por sorpresa en su apartamento de diseño, Brandon pierde el poco control que le queda sobre su vida y se hace más patente su caída a un profundo pozo de autodestrucción.
McQueen muestra un Manhattan oscuro y sórdido, lejos del glamour y los brillos a los que estamos acostumbrados, que es el que habita su protagonista, un hombre que se mueve entre sombras y se refugia en la oscuridad de la noche -¿vergüenza?-. Esta atmósfera tan turbadora e incómoda, magníficamente fotografiada por Sean Bobbitt, ayuda a entender el estado anímico por el que pasan los hermanos protagonistas. Del mismo modo, la excelente banda sonora de Harry Scott envuelve de cierta incomodidad las imágenes de sexo más explícito. Son impresionantemente bellas algunas secuencias, como cuando Brandon sale a correr en plena noche (larguísimo y maravilloso travelling) o la actuación en el club de jazz a cargo de una entregada Carey Mulligan que, a pesar de no tener una gran voz, ni siquiera bonita, logra emocionar con su personal interpretación de la mítica canción NEW YORK, NEW YORK, que interpretaba Liza Minelli en la película del mismo título. Lejos de lo que pueda parecer los desnudos no son nada gratuitos (aunque si ver el desnudo integral de Fassbender sirve para llevar más gente a las salas, alabado sea). ¡¿Cómo, si no, contar una historia de adicción al sexo?!
Debo calificar la película de valiente, rompedora, provocadora, dura, cruda, devastadora, ruda... e imprescindible. A mí no me dio vergüenza verla, sufrirla, disfrutarla. ¡Que no os de vergüenza!
VALORACIÓN:

lunes, 20 de febrero de 2012

PROMOCIÓN FANTASMA

En ocasiones veo fantasmas adolescentes.
Eso es lo que le ocurre a Modesto (Raúl Arévalo), profesor en paro que ve muertos y se deja el dinero en un psiquiatra (Joaquín Reyes) más desequilibrado que él. Su suerte cambia cuando Tina (Alexandra Jiménez), directora de un instituto caído en desgracia por culpa de los fantasmas de unos alumnos fallecidos veinte años atrás en la biblioteca, le ofrece trabajo. Su nueva labor consistirá en dar clases a los fantasmas y conseguir que se gradúen para que solucionen su asignatura pendiente en el mundo de los vivos y puedan irse al más allá.
PROMOCIÓN FANTASMA, segundo largometraje de Nacho Ruiz Calderas, da lo que promete: diversión, entretenimiento y un gran trabajo de sus protagonistas. Y no hay que pedirle nada más.
A los efectos especiales o se les ve el truco (esas excesivas vomitonas de colores y a chorros que salen de un tubo de la boca de Javier Bódalo) o parecen hechas por el quipo de Art Attack (esas terribles grapadoras volando y ese esqueleto movido por hilos) pero cuando entras en la historia y te dejas atrapar por los chistes y la gracia de los intérpretes, los FX son lo de menos.
Resulta gracioso ver como el cine español americaniza las películas de y, principalmente, para adolescentes con la esperanza de que más gente se sienta atraída a verla. En esta ocasión pienso que ha sido un acierto y que definir tan claro los roles de cada uno de los fantasmas (la empollona, el gamberro, el gracioso, el capitán del equipo de futbol, la chica guapa y popular) facilita la labor del actor que lo interpreta y la del espectador, que ya sabe a qué atenerse con cada uno de ellos. Así los personajes más complejos, carismáticos y originales son los que recaen sobre dos secundarios de partirse la caja, Carlos Areces y Silvia Abril, con los que ya contó Ruiz Calderas en su ópera prima, SPANISH MOVIE. El primero hace de Otegui, padre de una alumna del colegio y presidente del AMPA, que no hace más que complicar la vida de la directora del centro. Es desternillante su discurso sobre el escenario del teatro que remata, muy falto de pudor, con un ¿calvo? con sorpresa. La segunda es Manuela, una secretaria mística y ligeramente chalada que intenta comunicarse con los muertos a través de ritos extraños. Pero los que más sorprenden son la pareja protagonista, Arévalo + Jiménez, que demuestran una química magnífica dotando de ternura y chispa a sus personajes. Hacen muy buena pareja.
Los guionistas y el director han declarado su intención de homenajear las películas de instituto de los 80 de John Hughes así que nadie se lleve a engaño, no es una copia de clásicos de nuestra infancia/adolescencia. Es una cinta original, amable, simpática, tronchante, de consumo fácil pero que resultará floja y sentimentaloide al público más salvaje o excesiva y ordinadia a los más remilgados. Pues sí, tiene un poco de todo eso, pero no decepciona.
VALORACIÓN:

viernes, 17 de febrero de 2012

ALBERT NOBBS

¿Quién es ese chico?
Glenn Close. La atrevida y polifacética actriz, recordada por su soberbia interpretación de la Madame de Merteuile de LAS AMISTADES PELIGROSAS, recupera para el cine un personaje al que ya dió vida en el teatro en 1982: ALBERT NOBBS. A lo largo de estos años ha intentado en varias ocasiones llevar la historia de Nobbs al cine y finalmente lo ha conseguido de la mano de su amigo y fiel director Rodrigo García (hijo del escritor Gabriel García Márquez), con el que ya ha colaborado en tres ocasiones. Close es Nobbs, una mujer disfrazada de hombre que oculta a todo el mundo su verdadera identidad para poder trabajar y valerse por sí misma en la Irlanda decimonónica.
García, conocido principalmente por sus dramas corales, realiza una labor un tanto sosa y simplona, quizás encorsetado por un guión mal desarrollado y peor resuelto, quizás porque se centra en personajes poco interesantes como los que interpretan (muy correctamente) Mia Wasikowska y Aaron Johnson, o en el del propio Nobbs, que en ocasiones parece una figura de cera y queda un poco desdibujado. La estrella indiscutible de la función es Janet McTeer, actriz que borda su papel de Hubert Page, otra mujer transformada en hombre que se convertirá en el/la cómplice del/la protagonista y su más fiel aliado/a. McTeer representa las mejores escenas del film y dibuja un personaje con más carisma e interés que el de Close, a quien no quiero quitarle mérito, que lo tiene y mucho. De hecho, admiro su valentía y entrega a la hora de meterse en la piel de tan complejo personaje. Pero me creo más a McTeer, la cual sospecho que tiene más posibilidades de llevarse el Oscar que la propia Glenn Close, que ya ha estado nominada en seis ocasiones, incluyendo esta, y nunca ha sido galardonada.
La ambientación y la caracterización de la película están muy conseguidas y huyen de mostrar espacios y situaciones teatrales para ceder terreno, como debe ser, al lenguaje cinematográfico.
El resto del reparto está correcto e incluso acertado en sus actuaciones, atención a Pauline Collins como Mrs. Baker, la petulante patrona de Nobbs que en unas ocasiones es simpática y graciosa, y en otras es irritante y abusadora.
Una película con buenas intenciones que cuenta con una correcta factura pero que merecía más pasión y emoción, así como un "in crescendo" que desembocara en un final conmovedor (que no es el caso). Todo esto la hace una película ni admirable, ni despreciable, sino todo lo contrario.
VALORACIÓN:

miércoles, 15 de febrero de 2012

ATTACK THE BLOCK

Invasión alienígena en Londres.
Por alguna extraña razón que se escapa a mi entendimiento los aliens suelen escoger los Estados Unidos como objetivo de sus invasiones. Pero en esta ocasión un barrio humilde del sur de Londres ha sido el elegido para sufrir el ataque de un grupo de extraterrestres con muy mala leche y, lejos de lo que pueda parecer, los vecinos de este barrio están más que preparados (a su manera) para enfrentarse a los invasores. En concreto, una pandilla de amigos que atracan a una muchacha solitaria durante una noche festiva, se armarán de bates de béisbol, petardos, cadenas, bicicletas y una katana para hacer frente a unos peligrosos monstruitos (que parecen los hermanos mayores de los CRITTERS) con apariencia de gorilas y dentadura fluorescente que vienen a La Tierra con ganas de gresca... ¡y la van a tener!
ATTACK THE BLOCK, película dirigida por el debutante Joe Cornish, fue la gran triunfadora del pasado "Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya" (Sitges 2011) alzándose con los premios a la Mejor Banda Sonora Original, el Premio Especial del Jurado, el Gran Premio del Público a la Mejor Película y el Premio de la Crítica José Luis Guarner. Cornish ha creado un entretenimiento hecho para divertir tanto al público friki asiduo de festivales como el anteriormente mencionado, como a nostálgicos de las películas ochenteras de la factoría Spielberg o degustadores de comedias fantásticas british tipo ZOMBIES PARTY o PAUL. Esto no sería malo si además se hubiera acordado de la gran masa, esa que llena salas de cine y consume palomitas y Coca-Cola en cantidades ingentes, ya que hubiera conseguido lo que me da la sensación que pretendían los productores, forrarse. Así que, finalmente, le ha quedado una obra un tanto descafeinada, pues no llega a ser todo lo cafre y loca que podría haber sido (y que yo hubiera aplaudido), pero tampoco es un producto mainstream al uso.
La película se nutre de un guión lleno de toques cómicos, de unos actores juveniles en estado de gracia (atención a los simpáticos e incluso monísimos niños pequeños apodados Caos y Problemas) y unas escenas de acción bien resueltas. Igualmente sale airosa usando de manera inteligente los espacios laberínticos donde transcurre la historia.
Los efectos especiales son un poco de estar por casa, lo que confiere al resultado final un toque aún más pronunciado de serie B, pero no por ello resultan vergonzosos.
Recomiendo verla sin pretensiones de más. Es una película para pasar un buen rato y ya está.
VALORACIÓN:

lunes, 13 de febrero de 2012

KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO

Yo tampoco sé dónde está mi lugar...
Si hay algo que debo reconocerle a Icíar Bollaín es que es de las pocas directoras (y directores) españolas que se atreven a hacer cine social yendo contra la industria cinematográfica y contra la comercialidad más facilona y pese a todo salir airosa.
KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO sigue la línea trazada en su anterior película, TAMBIÉN LA LLUVIA, de denuncia de temas universales como el derecho a algo tan esencial y vital como el agua, en la cinta de 2010 protagonizada por Luis Tosar y Gael García Bernal o el de una educación justa y accesible para todos, que ahora plantea.
Basándose en la vida de la profesora y pedagoga catalana Victòria Subirana, también conocida como Vicki Sherpa, Bollaín se traslada a Nepal para contar una historia que podría suceder en cualquier otro país del mundo e incluso en el nuestro si retrocediéramos unas cuantas décadas. Y hay que admitir que la directora madrileña no lo hace nada mal. A lo largo de su carrera como directora ha demostrado su valía a la hora de dirigir actores (recordemos al estupendo elenco de TE DOY MIS OJOS) y de contar situaciones más o menos cotidianas tanto cómicas como dramáticas.
Laia, una brillante y cada vez más versátil Verónica Echegui (flamante ganadora del "Premi Gaudí" a la mejor actriz protagonista), viaja a Katmandú para trabajar en una escuela. Allí descubre una pobreza extrema y un sistema educativo lamentable que excluye a las clases más bajas de la sociedad así que decide luchar contra el sistema para que todos los niños y niñas puedan optar a una formación y por lo tanto a una opción de salir adelante.
El personaje y la persona que hay detrás deberían sevirnos de inspiración para luchar e intentar conseguir nuestros sueños a pesar de las dificultades y trabas que hallemos en el camino. Si hay alguien que las pasa canutas es Laia/Vicki, que debe enfrentarse a sobornos y amenazas de ser expulsada del país, a causa de lo cual decide contraer un matrimonio de conveniencia para conseguir legalizar su estancia en Nepal donde ha descubierto que está su lugar.
Debo reprender la condescendencia con la que Bollaín trata en ocasiones al espectador, pues quiere explicar en exceso situaciones que hablan por sí mismas y no necesitan reiteraciones (¡con mostrarlas una vez era más que suficiente!). Por ejemplo, los momentos de desesperación de la protagonista, que acaban resultando ligeramente cansinos, el rechazo de la familia de Sharmila (la amiga nepalí de Laia) a que esta trabaje en el barrio más marginal de la ciudad o enseñar, a mi entender de manera gratuita, la defecación plagada de enormes gusanos de uno de los niños de la escuela, para demostrar las pésimas condiciones en las que viven los habitantes de tal barrio (¡si está más que claro!).

...ni cuál es mi espejo en el cielo.
VALORACIÓN:

sábado, 11 de febrero de 2012

STAR WARS. EPISODIO I: LA AMENAZA FANTASMA

El retorno a los cines de La Guerra de las Galaxias en 3D.
Siempre es un lujo ver en pantalla grande un espectáculo visual y sonoro del nivel de Star Wars. En esta ocasión la excusa para reestrenar el primer episodio de la saga es la transformación de la película a las 3D. Y eso precisamente es lo que me resultaba menos atractivo cuando me planteaba volver a verla en cine, ya que estoy un poco escamado con la moda de pasar las películas a 3D con tal de sacarle más cuartos a los frikis (como yo). Al final la experiencia no ha sido tan desastrosa puesto que el señor Lucas, creador, guionista, productor y director de STAR WARS. EPISODIO I: LA AMENAZA FANTASMA, se lo ha trabajado bastante para que no pareciera que estamos viendo una película llena de recortables que es lo que suele ocurrir con tales transformaciones. Tridimensionar la película ha servido para dar profundidad a las secuencias y poca cosa más.
Vista con un poco de distancia, debo reconocer que la peli no está nada mal, aunque no goce del prestigio ni de la calidad de la trilogía original. Cuando hablo de calidad me refiero a nivel argumental, pues se sobreentiende que, al estar hecha veintidós años después de la ahora llamada STAR WARS. EPISODIO IV: UNA NUEVA ESPERANZA, los aspectos técnicos de la trilogía moderna están mucho mejor realizados y rematados.
En esta precuela nos trasladamos a los años de infancia de Darth Vader, cuando vivía en el planeta Tatooine con su madre Shmi y todavía se llamaba Anakin Skywalker, a la juventud de Obi-Wan Kenobi y al resurgir de los extintos caballeros Sith (los Jedi del lado oscuro de la Fuerza). La Federación de Comercio, bajo las órdenes de Darth Sidious (también conocido como el Emperador), ha sitiado el planeta Naboo que regenta la joven reina Padmé Amidala. El caballero Jedi Qui-Gon Jinn y su joven padawan (aprendiz) Obi-Wan la escoltaran, a lo largo de la galaxia, en su viaje a Coruscant, capital de la República, donde tratará de obtener ayuda del Senado y del consejo Jedi liderado por el maestro Yoda.
George Lucas supo rodearse de un plantel de flamantes actores de gran categoría para dar vida a los protagonistas de su nueva aventura galáctica entre los que destacan Ewan McGregor, Liam Neeson, Natalie Portman, Samuel L. Jackson, Ian McDiarmid, Jake Lloyd, Pernilla August y Terence Stamp, y para que los nostálgicos estuviéramos felices mantuvo a los droides R2-D2 y C-3PO.
De las seis películas que, por ahora, forman parte de la saga, esta es la más infantil y en ciertas ocasiones la más lenta e insulsa, pero cuenta con momentos estelares que quedan en la retina y en la memoria del espectador como la espectacular carrera de vainas o la genial pelea de sables luz de Qui-Gon y Obi-Wan contra el desaprovechado Sith Darth Maul. La música de John Williams es tan bella y monumental como cabe esperar de él destacando la que acompaña esta pelea precisamente, que cuenta con un sensacional coro que amplifica el dramatismo de la escena.
Para fans de toda la vida y para captar nuevos adeptos.
VALORACIÓN:

miércoles, 8 de febrero de 2012

EL TOPO

Espía, soldado, sastre, calderero.
No es nada fácil hacer una reseña de esta película pues, aunque a grandes rasgos es un thriller clásico que mezcla el espionaje y el suspense por igual, si nos ponemos a desgranarla encontramos una trama compleja, incontables personajes, situaciones confusas y otras densas que enturbiaron mi mente, mi entendimiento y mi ya de por sí poca habilidad de síntesis. De todos modos debo decir que la película es muy buena y cuenta con grandes profesionales que aportan calidad a la traslación al cine de la novela de John Le Carré "El espía que surgió del frío".
EL TOPO está dirigida por Tomas Alfredson, director sueco de gran prestigio gracias a su anterior film, DÉJAME ENTRAR, que lejos de dar el salto al cine americano y, por ende, al blockbuster más comercial, se ha decantado por una producción inglesa de presupuesto modesto pero con un toque de "qualité".
Tampoco es fácil resumir el argumento (entre otras cosas porque aún no he terminado de entenderlo) pero lo voy a intentar. En plena guerra fría, años 70, el servicio secreto británico sospecha que tiene entre sus filas a un "topo" que pasa información al enemigo, así que le piden a uno de sus agentes más veteranos, George Smiley (Gary Oldman) que realice una investigación interna para descubrirlo. Ahí lo voy a dejar porqué como resumen creo que ya es suficiente pero la trama es más densa y complicada por la gran cantidad de personajes que la habitan y por la sutileza de algunas explicaciones y situaciones que llevan al equívoco, así que os emplazo a ver la peli un día de esos en los que se tiene la mente ultradespejada. Junto al grandísimo e injustamente tratado por la industria Gary Oldman, pasean talento y talante actorazos de la talla de Colin Firth, Tom Hardy, Mark Strong, Toby Jones y John Hurt, entre otros, y sin desvelar quién es el malo, o sea EL "TOPO", diré que me resultó bastante extraño que un actor de renombre como él tuviera tan pocos diálogos y secuencias, lo cual me hizo sospechar y acertar.
En definitiva, nos encontramos con una buena película que se apoya en la interpretación actoral y en los diálogos más que en escenas de acción trepidante y eso precisamente es lo que en ocasiones se echa de menos, un poco más de acción. Alfredson sabe narrar en imágenes y se encuentra cómodo en espacios oscuros y cerrados. Sabe manejar la cámara y acierta en casi todos los primeros planos que, huelga decir, están magníficamente iluminados acentuando los ojos de los protagonistas.
Mención aparte merece Alberto Iglesias, compositor español conocido esencialmente por sus colaboraciones con Pedro Almodóvar y Julio Medem, que aporta una partitura bella y sutil en algunos momentos y un perfecto acompañamiento de tensión en otros.
VALORACIÓN:

jueves, 2 de febrero de 2012

MI QUERIDA SEÑORITA

Cuando José Luis López Vázquez se llamó Adela.
Realizar en la España de 1971 una película con temática LGBT (Lesbiana, Gay, Bisexual, Transexual) no era lo más cómodo ni lo más habitual. Jaime de Armiñán fue el aventurado director que tuvo el enorme valor de contar la historia de Adela Castro (López Vázquez), una mujer solterona y feucha que vive en una pequeña ciudad de provincias con la única compañía de Isabelita (Julieta Serrano), su sirvienta, por la que se siente extrañamente atraída. Cuando vuelve a la ciudad Santiago (Antonio Ferrandis "Chanquete"), un antiguo amor de juventud que le pide matrimonio a Adela, esta empieza a sacar a la luz sus dudas sobre su tendencia sexual con su confesor (Enrique Ávila). Tras descubrir que nació niño y fue criado como mujer Adela, rebautizado como Juan, se traslada a Madrid donde intenta vivir como un hombre con la ayuda de Feli (Mónica Randall), una prostituta que se convertirá en su amiga y confidente.
Jaime de Armiñán cuenta en clave de drama con ligeros toques cómicos, que lejos de banalizar ahondan en la tragedia que vive su protagonista, una historia valiente, sana y moderna que aunque no pretende aleccionar a nadie da una lección, valga la redundancia, de buen cine y lo más importante de respeto y tolerancia.
MI QUERIDA SEÑORITA fue una película muy polémica que gracias a la sutileza de sus guionistas (el propio de Armiñán y José Luis Borau) pasó los cortes de la censura de la época y colmó de premios y reconocimientos a su protagonista, el excelente y para nada caricaturesco José Luis López Vázquez. El resto del reparto está a la altura de López Vázquez, en especial una jovencísima Julieta Serrano que aporta a su "chacha" la candidez y la inocencia (o quizás no tanta...) que el personaje requiere.
Hay que recordar que la cinta estuvo entre las finalistas al Oscar a la mejor película de habla no inglesa en la ceremonia de 1972 donde fue premiada EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESÍA de Luis Buñuel, que se presentaba por Francia.
VALORACIÓN:

miércoles, 1 de febrero de 2012

MISIÓN IMPOSIBLE: PROTOCOLO FANTASMA

Ethan Hunt 4.
Hay que reconocerle a Tom Cruise que, a pesar de sus últimos fracasos comerciales en cine y sus locuras con la cienciología, es la columna vertebral o el núcleo de la saga de acción Misión Imposible y que con estas películas tiene el éxito asegurado y merecido.
A lo largo de los cuatro films realizados hasta la fecha hemos visto como cuatro directores, a cada cual más diferente del anterior, ponían su grano de arena y dosis de talento adaptando al cine la famosa serie televisiva que se popularizó entre los años 60 y 70. En MISIÓN IMPOSIBLE: PROTOCOLO FANTASMA (o sea, Misión Imposible 4) el encargado de dirigir tremendo espectáculo es Brad Bird, debutante en el cine de imagen real que cuenta en su haber con tres estupendas obras de animación como EL GIGANTE DE HIERRO y las muy loadas LOS INCREÍBLES y RATATOUILLE de Pixar. Este "debutante" sabe trabajar las escenas de acción con maestría y construye un collage de persecuciones, saltos, escaladas, disparos y explosiones que no tienen nada que envidiar a John Woo o Brian De Palma (no puedo decir nada de J.J. Abrams pues no he visto M:I3). Por otro lado, pienso que aún le queda mucho por mejorar en cuanto a la dirección de actores y a las escenas de transición que no quedan tan bien resueltas (el drama que vive el personaje de Paula Patton es un claro ejemplo de estas dos cosas) y que dan un toque bastante impersonal al conjunto. Una vez más nos encontramos con situaciones rocambolescas y, parafraseando al título, imposibles que son un gozo para los amantes de los blockbusters entre las que hay que destacar la escalada al edificio más alto de Dubai, y del mundo, por parte de Hunt. Sin embargo pienso que el momento más logrado es la doble falsa entrevista que se realiza en dicho edificio y que termina con una pelea de gatas que demuestra que las chicas, en esta cinta, están como mero objeto del deseo.
Aplaudo la incorporación en el equipo de Jeremy Renner, que parece destinado a heredar las sagas más importantes y exitosas de acción de los últimos años (en breve estrenará EL LEGADO DE BOURNE, la nueva versión de las aventuras del amnésico Jason Bourne, ya sin Matt Damon) y que destaca por su buena interpretación.
En dos palabras: puro entretenimiento.
VALORACIÓN: