La família ¿Addams?... ¿Monster?... ¡Collins!
El universo creado por Tim Burton a lo largo de sus 16 largometrajes ya ha dejado de ser innovador y extraño para el público. Quién más quién menos está familiarizado con sus mundos oscuros de aire gótico, lo cual hace que cualquier película que estrene resulte reconocible y fácilmente identificable por su estética. Aunque la mayoría de ellas se sustentan en esa estética también gozan de grandes interpretaciones, historias de peso, tramas interesantes, música envolvente del siempre acertado Danny Elfman, un sentido del humor bastante irreverente y una atmósfera raruna de cuento de brujas.
SOMBRAS TENEBROSAS (Dark Shadows en su versión original), tiene algo de todo esto, pero se aleja bastante, en cuanto a calidad, de sus obras más logradas como la mágica EDUARDO MANOSTIJERAS, sus particulares aproximaciones al mundo de Bruce Wayne en BATMAN y BATMAN VUELVE, la emotiva y bella BIG FISH o el curioso biopic del peor cineasta del mundo ED WOOD.
Basándose en una serie de éxito de la televisión americana de los años 60 y principios de los 70, Burton ha realizado, de nuevo, una historia para lucimiento de su actor fetiche Johnny Depp. Este se enfunda en la blanquecina piel y los afilados colmillos del vampiro Barnabas Collins (personaje que, curiosamente, no aparecía en la serie televisiva hasta el capítulo 210) quien, maldecido por la bruja Angelique (Eva Green) ha pasado los últimos dos siglos enterrado y vuelve en plena década de los 70 para recuperar el tiempo perdido. En su impresionante mansión viven los últimos Collins, una familia a la que persigue la maldición de Angelique, aún viva, la cual les ha arrebatado su poder económico y social. Barnabas está dispuesto a devolver a su familia el poder y el estatus que les pertenece.
Me da la sensación que Burton ha querido contar demasiadas cosas (por otra parte lógico, ya que comprime en un par de horas cientos de capítulos) dejando de lado a la mayoría de secundarios, que en algunos casos no son más que figurantes con frase. Así Jackie Earle Haley está muy desaprovechado. Un actor de tal categoría y que, además, cuenta con un personaje que a priori resulta bastante interesante debería tener más peso aunque esto represente dejar un poco de lado a Depp. Al contrario, a Jonny Lee Miller se lo podrían haber ahorrado pues su personaje no aporta nada a la historia y se pasea por los platós como alma en pena.
Como ya he comentado, Burton cuida mucho la estética de sus películas y esta no podía ser menos. El maquillaje, la peluquería, la dirección artística, el vestuario, los efectos visuales están más que correctos. Pero a veces descuida detalles como cuando Barnabas se quema por los rayos del sol entrando en contacto con su piel, y en cambio un par de secuencias después lo vemos paseando por unos acantilados con su enamorada bajo un espléndido sol sin que sufra ningún desperfecto. No se yo si unas gafas de sol y un paraguas son suficientes para evitar quemaduras en la sensible piel de un vampiro.
La historia que nos cuentan, bañada de bastante humor, no resulta todo lo interesante que podría. No me ha disgustado del todo, pero creo que parece un capítulo piloto de una serie de televisión con cierto olor a naftalina y tono viejuno.
VALORACIÓN:
martes, 22 de mayo de 2012
jueves, 19 de abril de 2012
EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD
Al final todo acaba bien. Y si no acaba bien, es que aún no es el final.
Este dicho, no sé si llamarlo proverbio, describe a la perfección el espíritu optimista de la última película de John Madden, EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD. Basada en la novela "The Foolish Things" de Deborah Moggach, cuenta como un grupo de jubilados ingleses, que no se conocen entre ellos, se retiran a una ciudad de la India a vivir los últimos años de su vida. Todos recalan en el destartalado hotel de un joven emprendedor interpretado por Dev Patel, protagonista de la estupenda SLUMDOG MILLIONAIRE.
El tono desenfadado del relato mezcla la comedia romántica con el drama melancólico, dando como resultado una película ligera y de fácil digestión. Madden se rodea de un reparto maduro y extraordinario que da un toque de calidad a la película con su sola presencia. Judi Dench, que ya trabajó con el director en la oscarizada SHAKESPEARE IN LOVE, ejerce de narradora en este cuento crepuscular. Ella es Evelyn, un ama de casa que se ha quedado viuda recientemente y que se da cuenta de que su lugar en el mundo no está en Inglaterra. Tom Wilkinson también repite con Madden tras el thriller LA DEUDA, interpretando a un juez cansado de su profesión que tiene una cuenta pendiente en la India. Penelope Wilton y Bill Nighy son un matrimonio aburrido e insatisfecho, Celia Imrie, una solterona cazafortunas, Ronald Pickup, un abuelo con el síndrome de Peter Pan que no pierde la esperanza de encontrar pareja... Y, junto a ellos, una siempre magnífica (y aquí desternillante) Maggie Smith como una anciana racista y falta de efectivo para pagar una operación de cadera que, obligada por las circunstancias, hará el viaje para operarse por un precio más razonable. Como si de mochileros perroflautas se tratara, todos se van a la India a encontrarse a sí mismos.
El director vuelve a mostrar una India de ensueño, vista hasta la saciedad, con una estupenda fotografía de Ben Davis. Es cierto que para lo que quieren contar no pega nada una India infestada de cacas de vaca, fango y moscas, así que no me voy a poner a criticar la falta de realismo a la hora de retratar el país.
Lo mejor de la cinta es que se te pasan volando las dos horas de metraje y que es para todo tipo de públicos. Con una factura correcta no pasará a la historia como una gran película, pero tampoco lo pretende. Es puro entretenimiento.
Lo peor es la subtrama romántica del director del hotel, con diferencia el personaje peor dibujado y construido.
VALORACIÓN:
Este dicho, no sé si llamarlo proverbio, describe a la perfección el espíritu optimista de la última película de John Madden, EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD. Basada en la novela "The Foolish Things" de Deborah Moggach, cuenta como un grupo de jubilados ingleses, que no se conocen entre ellos, se retiran a una ciudad de la India a vivir los últimos años de su vida. Todos recalan en el destartalado hotel de un joven emprendedor interpretado por Dev Patel, protagonista de la estupenda SLUMDOG MILLIONAIRE.
El tono desenfadado del relato mezcla la comedia romántica con el drama melancólico, dando como resultado una película ligera y de fácil digestión. Madden se rodea de un reparto maduro y extraordinario que da un toque de calidad a la película con su sola presencia. Judi Dench, que ya trabajó con el director en la oscarizada SHAKESPEARE IN LOVE, ejerce de narradora en este cuento crepuscular. Ella es Evelyn, un ama de casa que se ha quedado viuda recientemente y que se da cuenta de que su lugar en el mundo no está en Inglaterra. Tom Wilkinson también repite con Madden tras el thriller LA DEUDA, interpretando a un juez cansado de su profesión que tiene una cuenta pendiente en la India. Penelope Wilton y Bill Nighy son un matrimonio aburrido e insatisfecho, Celia Imrie, una solterona cazafortunas, Ronald Pickup, un abuelo con el síndrome de Peter Pan que no pierde la esperanza de encontrar pareja... Y, junto a ellos, una siempre magnífica (y aquí desternillante) Maggie Smith como una anciana racista y falta de efectivo para pagar una operación de cadera que, obligada por las circunstancias, hará el viaje para operarse por un precio más razonable. Como si de mochileros perroflautas se tratara, todos se van a la India a encontrarse a sí mismos.
El director vuelve a mostrar una India de ensueño, vista hasta la saciedad, con una estupenda fotografía de Ben Davis. Es cierto que para lo que quieren contar no pega nada una India infestada de cacas de vaca, fango y moscas, así que no me voy a poner a criticar la falta de realismo a la hora de retratar el país.
Lo mejor de la cinta es que se te pasan volando las dos horas de metraje y que es para todo tipo de públicos. Con una factura correcta no pasará a la historia como una gran película, pero tampoco lo pretende. Es puro entretenimiento.
Lo peor es la subtrama romántica del director del hotel, con diferencia el personaje peor dibujado y construido.
VALORACIÓN:
lunes, 16 de abril de 2012
LOS IDUS DE MARZO
El voto es para...
George Clooney se ha valido de la obra de teatro "Farragut North" para su nueva película como director. No podía haber escogido un momento más oportuno para contar esta historia que, aunque no aporta nada nuevo cinematográficamente hablando, a día de hoy está en boca de todos. La corrupción política, las triquiñuelas de los candidatos para llegar al poder robando votos a sus contrincantes a cualquier precio, las traiciones y engaños... Clooney se está creando una carrera bastante sólida como director (yo lo prefiero antes que de actor) que podríamos emparentar a la de Robert Redford o Sydney Lumet, directores de conocido activismo político que han aprovechado la menor ocasión para dejar claras sus posturas izquierdistas tanto en thrillers como en dramas.
Hay que reconocer que Clooney es un tipo inteligente y sabe rodearse de buenos amigos y colaboradores de calidad contrastada que dotan al producto final de un cierto pedigrí. Atención al espectacular reparto: Ryan Gosling, Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood, Jeffrey Wright, Max Minghella, Jennifer Ehle y el propio George Clooney. Todos han demostrado a lo largo de los años que como mínimo saben estar correctos en papeles de diferente índole. Aquí dan vida a personajes más o menos desagradables, pero muy humanos y reconocibles. Gosling es Stephen Meyers, un joven idealista director de comunicación en la campaña de Mike Morris (Clooney), un demócrata en pugna por conseguir ser el próximo presidente de Estados Unidos, al que le dirige la campaña Paul Zara (Hoffman). Estamos en época de primarias, así que debe competir con un compañero de partido al que le dirige la campaña el implacable Tom Duffy (Giamatti). Durante la campaña Meyers verá a qué extremos se puede llegar para alcanzar el éxito político y será víctima y verdugo en un juego de traiciones.
Aplaudo la labor del Clooney guionista que junto a Beau Willimon y Grant Heslov (nominados al Oscar al mejor guión adaptado) han creado unos diálogos rápidos, contundentes y con un toque de ironía que le van muy bien al tono de la película. Como también le va muy bien la banda sonora creada para la ocasión por mi idolatrado Alexandre Desplat que resulta tan excepcional como es de esperar en alguien de su talento. Una vez más se demuestra que la música en el cine es una parte fundamental para transmitir emociones y para dotar de ritmo al relato.
En una revista leí que LOS IDUS DE MARZO es la crónica de una decepción. Yo aún diría más, es una radiografía de la condición humana y lo fácil que es corromperse independientemente de creencias y colores.
VALORACIÓN:
George Clooney se ha valido de la obra de teatro "Farragut North" para su nueva película como director. No podía haber escogido un momento más oportuno para contar esta historia que, aunque no aporta nada nuevo cinematográficamente hablando, a día de hoy está en boca de todos. La corrupción política, las triquiñuelas de los candidatos para llegar al poder robando votos a sus contrincantes a cualquier precio, las traiciones y engaños... Clooney se está creando una carrera bastante sólida como director (yo lo prefiero antes que de actor) que podríamos emparentar a la de Robert Redford o Sydney Lumet, directores de conocido activismo político que han aprovechado la menor ocasión para dejar claras sus posturas izquierdistas tanto en thrillers como en dramas.
Hay que reconocer que Clooney es un tipo inteligente y sabe rodearse de buenos amigos y colaboradores de calidad contrastada que dotan al producto final de un cierto pedigrí. Atención al espectacular reparto: Ryan Gosling, Philip Seymour Hoffman, Paul Giamatti, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood, Jeffrey Wright, Max Minghella, Jennifer Ehle y el propio George Clooney. Todos han demostrado a lo largo de los años que como mínimo saben estar correctos en papeles de diferente índole. Aquí dan vida a personajes más o menos desagradables, pero muy humanos y reconocibles. Gosling es Stephen Meyers, un joven idealista director de comunicación en la campaña de Mike Morris (Clooney), un demócrata en pugna por conseguir ser el próximo presidente de Estados Unidos, al que le dirige la campaña Paul Zara (Hoffman). Estamos en época de primarias, así que debe competir con un compañero de partido al que le dirige la campaña el implacable Tom Duffy (Giamatti). Durante la campaña Meyers verá a qué extremos se puede llegar para alcanzar el éxito político y será víctima y verdugo en un juego de traiciones.
Aplaudo la labor del Clooney guionista que junto a Beau Willimon y Grant Heslov (nominados al Oscar al mejor guión adaptado) han creado unos diálogos rápidos, contundentes y con un toque de ironía que le van muy bien al tono de la película. Como también le va muy bien la banda sonora creada para la ocasión por mi idolatrado Alexandre Desplat que resulta tan excepcional como es de esperar en alguien de su talento. Una vez más se demuestra que la música en el cine es una parte fundamental para transmitir emociones y para dotar de ritmo al relato.
En una revista leí que LOS IDUS DE MARZO es la crónica de una decepción. Yo aún diría más, es una radiografía de la condición humana y lo fácil que es corromperse independientemente de creencias y colores.
VALORACIÓN:
sábado, 14 de abril de 2012
BLANCANIEVES
Mirror, mirror... espejito, espejito!
De vez en cuando aparecen en cines varias versiones de una misma historia. Ya ocurrió, por ejemplo, con Robin Hood en el año 1991 (ROBIN HOOD, EL MAGNÍFICO vs. ROBIN HOOD, PRÍNCIPE DE LOS LADRONES). Ahora le llega el turno a la BLANCANIEVES de Tarsem Singh que deberá entrar en una absurda competición con BLANCANIEVES Y LA LEYENDA DEL CAZADOR de Rupert Sanders. Ambas parten de la misma base, el clásico cuento de los hermanos Grimm, pero han tomado derroteros diferentes. La obra de Sanders mostrará un mundo más adulto, oscuro y tenebroso donde una guerrera princesa enfundada en una armadura y con espada en mano deberá luchar contra la hermosa y malvada reina. (Esta será la ganadora en recaudación pues recordemos que la protagoniza la rancia de Kristen Stewart alias "la crepúscula"). Sin embargo, Tarsem ha preferido seguir una línea más cercana a Disney y hacer una cinta familiar, divertida y ligera pero no por ello insulsa.
La joven Blancanieves (Lilly Collins) vive recluída por su madrastra (Julia Roberts) en el castillo donde nació. Con su madre muerta y su padre desaparecido, la joven se siente desvalida por lo que decide confiar en la pérfida reina cediéndole el control sobre ella y su reinado. Al cumplir la mayoría de edad la princesa decide salir a explorar el reino y descubre que los súbditos viven en precarias condiciones. Trabajan duramente para pagar unos altísimos impuestos a la reina, por lo que están obligados a vivir en la miseria. Siete enanitos ayudarán a la princesa a recuperar el trono, que le pertenece por nacimiento, y a conquistar a un apuesto príncipe (Armie Hammer) que ha llegado a sus tierras en busca de aventuras.
Tarsem, de origen indio, ha creado un mundo luminoso, hipercolorista e incluso kitsch que recuerda a las películas de Bollywood. No hay más que ver el desenfadado final con canción y coreografía incluídas. Una película muy naïf en la que todos los actores parecen estar disfrutando de sus personajes. Entre ellos destacan la divina Julia Roberts, que aporta a su reina las justas dosis de carisma, perversión y comicidad, así como el joven Armie Hammer, divertidísimo, que con solo tres películas estrenadas se ha convertido en la nueva revelación de Hollywood.
Debo comentar el maravilloso vestuario creado por la recientemente fallecida Eiko Ishioka, habitual colaboradora del cine de Tarsem, que se dió a conocer al gran público al crear el vestuario del DRÁCULA DE BRAM STOKER de Coppola por el cual ganó el Oscar.
Una película para ver en família, en pareja, con amigos o a solas, pero para verla sin prejuicios. Promete lo que da, aventura, humor, diversión y romanticismo.
VALORACIÓN:
De vez en cuando aparecen en cines varias versiones de una misma historia. Ya ocurrió, por ejemplo, con Robin Hood en el año 1991 (ROBIN HOOD, EL MAGNÍFICO vs. ROBIN HOOD, PRÍNCIPE DE LOS LADRONES). Ahora le llega el turno a la BLANCANIEVES de Tarsem Singh que deberá entrar en una absurda competición con BLANCANIEVES Y LA LEYENDA DEL CAZADOR de Rupert Sanders. Ambas parten de la misma base, el clásico cuento de los hermanos Grimm, pero han tomado derroteros diferentes. La obra de Sanders mostrará un mundo más adulto, oscuro y tenebroso donde una guerrera princesa enfundada en una armadura y con espada en mano deberá luchar contra la hermosa y malvada reina. (Esta será la ganadora en recaudación pues recordemos que la protagoniza la rancia de Kristen Stewart alias "la crepúscula"). Sin embargo, Tarsem ha preferido seguir una línea más cercana a Disney y hacer una cinta familiar, divertida y ligera pero no por ello insulsa.
La joven Blancanieves (Lilly Collins) vive recluída por su madrastra (Julia Roberts) en el castillo donde nació. Con su madre muerta y su padre desaparecido, la joven se siente desvalida por lo que decide confiar en la pérfida reina cediéndole el control sobre ella y su reinado. Al cumplir la mayoría de edad la princesa decide salir a explorar el reino y descubre que los súbditos viven en precarias condiciones. Trabajan duramente para pagar unos altísimos impuestos a la reina, por lo que están obligados a vivir en la miseria. Siete enanitos ayudarán a la princesa a recuperar el trono, que le pertenece por nacimiento, y a conquistar a un apuesto príncipe (Armie Hammer) que ha llegado a sus tierras en busca de aventuras.
Tarsem, de origen indio, ha creado un mundo luminoso, hipercolorista e incluso kitsch que recuerda a las películas de Bollywood. No hay más que ver el desenfadado final con canción y coreografía incluídas. Una película muy naïf en la que todos los actores parecen estar disfrutando de sus personajes. Entre ellos destacan la divina Julia Roberts, que aporta a su reina las justas dosis de carisma, perversión y comicidad, así como el joven Armie Hammer, divertidísimo, que con solo tres películas estrenadas se ha convertido en la nueva revelación de Hollywood.
Debo comentar el maravilloso vestuario creado por la recientemente fallecida Eiko Ishioka, habitual colaboradora del cine de Tarsem, que se dió a conocer al gran público al crear el vestuario del DRÁCULA DE BRAM STOKER de Coppola por el cual ganó el Oscar.
Una película para ver en família, en pareja, con amigos o a solas, pero para verla sin prejuicios. Promete lo que da, aventura, humor, diversión y romanticismo.
VALORACIÓN:
lunes, 9 de abril de 2012
EXTRATERRESTRE
Terrestres muy marcianos.
Nacho Vigalondo es un aclamado guionista y director de cortometrajes (recordemos que 7:35 DE LA MAÑANA, del año 2003, estuvo nominado a los Oscar) que poco a poco va encontrado su público en el terreno del largometraje. En 2007 debutó en el largo con la extraordinaria cinta de ciencia ficción LOS CRONOCRÍMENES, film que daba una vuelta de tuerca a los viajes en el tiempo contando algo ya visto en infinidad de ocasiones pero de manera novedosa y original.
En EXTRATERRESTRE pretende seguir girando la tuerca pero en este caso la de la comedia romántica añadiendo a la típica trama de chico conoce chica una invasión alienígena. El resultado no acaba de ser todo lo satisfactorio que esperaba. No me quedó claro qué quiere contar ni el tono en que lo quiere contar. ¿Es una comedia romántica? ¿Una comedia de acción? ¿Una comedia descerebrada? ¿Ciencia ficción? ¿Drama intimista? Todo eso y mucho más y nada de eso a la vez.
Julio (Julián Villagrán) despierta resacoso en la cama de Julia (Michelle Jenner), una chica a la que conoció en la discoteca la noche anterior. Cuando la chica pretende echarlo de casa descubren que un platillo volante corona el cielo de Madrid. Con la ciudad evacuada por el ejército, Julio y Julia se ven atrapados en el apartamento donde recalarán su novio (Raúl Cimas) y el vecino pesado obsesionado con ella (Carlos Areces).
Julián Villagrán está extraordinario dando vida a un personaje cercano, muy realista y con unos toques de humor muy fino. Felicidades. Michelle Jenner, monísima, está bastante bien a pesar de que la encuentro un poco joven, en comparación con sus compañeros de reparto, para el personaje. Carlos Areces está, como casi siempre, grandioso y tremendamente divertido. Finalmente está Raúl Cimas, que seguramente a los seguidores de Muchachada Nui les encantará y seguro que el muchacho tiene su gracia, pero aquí me parece que está completamente fuera de lugar, errado en la construcción del personaje, nada creíble como ese Rambo improvisado y para colmo no me hizo reír (ni siquiera sonreír) en sus innumerables intentos por resultar tronchante.
Aunque a grandes rasgos me pareció una cinta simpática, no le llega a la suela de los zapatos (ya sé que las películas no tienen zapatos, pero es una forma de hablar) a la ópera prima de su director. Me esperaba mucho más y la decepción ha sido importante. Es demasiado larga a pesar de los 90 minutos de su metraje. ¡Se me hizo eterna! Creo que el material no daba para mucho más que un cortometraje.
Una película raruna, confusa, confundida, repetitiva...
VALORACIÓN:
Nacho Vigalondo es un aclamado guionista y director de cortometrajes (recordemos que 7:35 DE LA MAÑANA, del año 2003, estuvo nominado a los Oscar) que poco a poco va encontrado su público en el terreno del largometraje. En 2007 debutó en el largo con la extraordinaria cinta de ciencia ficción LOS CRONOCRÍMENES, film que daba una vuelta de tuerca a los viajes en el tiempo contando algo ya visto en infinidad de ocasiones pero de manera novedosa y original.
En EXTRATERRESTRE pretende seguir girando la tuerca pero en este caso la de la comedia romántica añadiendo a la típica trama de chico conoce chica una invasión alienígena. El resultado no acaba de ser todo lo satisfactorio que esperaba. No me quedó claro qué quiere contar ni el tono en que lo quiere contar. ¿Es una comedia romántica? ¿Una comedia de acción? ¿Una comedia descerebrada? ¿Ciencia ficción? ¿Drama intimista? Todo eso y mucho más y nada de eso a la vez.
Julio (Julián Villagrán) despierta resacoso en la cama de Julia (Michelle Jenner), una chica a la que conoció en la discoteca la noche anterior. Cuando la chica pretende echarlo de casa descubren que un platillo volante corona el cielo de Madrid. Con la ciudad evacuada por el ejército, Julio y Julia se ven atrapados en el apartamento donde recalarán su novio (Raúl Cimas) y el vecino pesado obsesionado con ella (Carlos Areces).
Julián Villagrán está extraordinario dando vida a un personaje cercano, muy realista y con unos toques de humor muy fino. Felicidades. Michelle Jenner, monísima, está bastante bien a pesar de que la encuentro un poco joven, en comparación con sus compañeros de reparto, para el personaje. Carlos Areces está, como casi siempre, grandioso y tremendamente divertido. Finalmente está Raúl Cimas, que seguramente a los seguidores de Muchachada Nui les encantará y seguro que el muchacho tiene su gracia, pero aquí me parece que está completamente fuera de lugar, errado en la construcción del personaje, nada creíble como ese Rambo improvisado y para colmo no me hizo reír (ni siquiera sonreír) en sus innumerables intentos por resultar tronchante.
Aunque a grandes rasgos me pareció una cinta simpática, no le llega a la suela de los zapatos (ya sé que las películas no tienen zapatos, pero es una forma de hablar) a la ópera prima de su director. Me esperaba mucho más y la decepción ha sido importante. Es demasiado larga a pesar de los 90 minutos de su metraje. ¡Se me hizo eterna! Creo que el material no daba para mucho más que un cortometraje.
Una película raruna, confusa, confundida, repetitiva...
VALORACIÓN:
domingo, 8 de abril de 2012
LUCES ROJAS
Desmontando a Anne Germain.
Hay mucha gente desesperada por creer y mucho interesado en enriquecerse valiéndose de las necesidades de estos desdichados. Siempre me he preguntado porqué alguien dotado de poderes paranormales trata de forrarse a costa de dicho don... y la conclusión a la que llego es que quien realmente percibe cosas no se aprovecha de las personas. Ni creo ni dejo de creer, pero cuando veo a gente haciendo espectáculo con las desgracias y miserias ajenas se me remueven las tripas.
Rodrigo Cortés debe de estar de acuerdo conmigo (más o menos) según lo que cuenta en su nueva película, LUCES ROJAS, donde trata de desenmascarar a esos charlatanes estafadores sin dejar claro si cree o no.
Tras el notable éxito de BURIED, película protagonizada por un acertado Ryan Reynolds, Cortés deja el minimalismo para crear un espectáculo visual tan inquietante como dramático. Para ello vuelve a contar con estrellas de Hollywood que además poseen talento y de las que saca lo mejor. En especial destaca una entonada Sigourney Weaver que representa la parte más incrédula de la historia al interpretar a la doctora Margaret Matheson que se dedica a estudiar fenomenos paranormales con la intención de desmantelarlos y demostrar que no son más que falacias. Su ayudante, el físico Tom Buckley (Cillian Murphy) siente una especial obsesión por el mentalista Simon Silver (Robert De Niro), uno de los hombres supuestamente más poderosos, hasta el punto de centrar sus investigaciones en averiguar si este no es más que un farsante o si realmente posee un don.
Como no quiero llenar la reseña de "spoilers" no cuento nada más y emplazo a todo el mundo a ver la película como simple espectador de cine fantástico para disfrutar de una cinta muy interesante que goza de momentos lynchianos (el encuentro entre Buckley y Silver en una habitación con cortinas rojas, tan escalofriante y turbadora como la de TWIN PEAKS: FUEGO CAMINA CONMIGO). No puedo dejar de destacar la presencia de Leonardo Sbaraglia (protagonista de la ópera prima de Cortés, CONCURSANTE) interpretando a un curandero al que desmontan el chiringuito ante cientos de devotos que abarrotan un teatro con la esperanza de que este les sane desde una minusvalía hasta un cáncer. Sin duda el mejor momento de la película.
Aunque no es una película extraordinaria y en ocasiones resulta un tanto pretenciosa, debo reconocer que es un thriller resultón, con una buena factura técnica y artística (atención a la música del siempre eficiente Víctor Reyes, a la fotografía de Xavi Giménez y a la cuidada ambientación) que representa un paso adelante en la carrera del director español.
VALORACIÓN:
Hay mucha gente desesperada por creer y mucho interesado en enriquecerse valiéndose de las necesidades de estos desdichados. Siempre me he preguntado porqué alguien dotado de poderes paranormales trata de forrarse a costa de dicho don... y la conclusión a la que llego es que quien realmente percibe cosas no se aprovecha de las personas. Ni creo ni dejo de creer, pero cuando veo a gente haciendo espectáculo con las desgracias y miserias ajenas se me remueven las tripas.
Rodrigo Cortés debe de estar de acuerdo conmigo (más o menos) según lo que cuenta en su nueva película, LUCES ROJAS, donde trata de desenmascarar a esos charlatanes estafadores sin dejar claro si cree o no.
Tras el notable éxito de BURIED, película protagonizada por un acertado Ryan Reynolds, Cortés deja el minimalismo para crear un espectáculo visual tan inquietante como dramático. Para ello vuelve a contar con estrellas de Hollywood que además poseen talento y de las que saca lo mejor. En especial destaca una entonada Sigourney Weaver que representa la parte más incrédula de la historia al interpretar a la doctora Margaret Matheson que se dedica a estudiar fenomenos paranormales con la intención de desmantelarlos y demostrar que no son más que falacias. Su ayudante, el físico Tom Buckley (Cillian Murphy) siente una especial obsesión por el mentalista Simon Silver (Robert De Niro), uno de los hombres supuestamente más poderosos, hasta el punto de centrar sus investigaciones en averiguar si este no es más que un farsante o si realmente posee un don.
Como no quiero llenar la reseña de "spoilers" no cuento nada más y emplazo a todo el mundo a ver la película como simple espectador de cine fantástico para disfrutar de una cinta muy interesante que goza de momentos lynchianos (el encuentro entre Buckley y Silver en una habitación con cortinas rojas, tan escalofriante y turbadora como la de TWIN PEAKS: FUEGO CAMINA CONMIGO). No puedo dejar de destacar la presencia de Leonardo Sbaraglia (protagonista de la ópera prima de Cortés, CONCURSANTE) interpretando a un curandero al que desmontan el chiringuito ante cientos de devotos que abarrotan un teatro con la esperanza de que este les sane desde una minusvalía hasta un cáncer. Sin duda el mejor momento de la película.
Aunque no es una película extraordinaria y en ocasiones resulta un tanto pretenciosa, debo reconocer que es un thriller resultón, con una buena factura técnica y artística (atención a la música del siempre eficiente Víctor Reyes, a la fotografía de Xavi Giménez y a la cuidada ambientación) que representa un paso adelante en la carrera del director español.
VALORACIÓN:
jueves, 5 de abril de 2012
REC3 GÉNESIS
¿Precuela? "Simultanecuela", diría yo...
Paco Plaza y Jaume Balagueró formaron un tándem casi perfecto cuando en el año 2007 codirigieron REC, magnífica cinta de terror que nos dejó a todos pegados a la butaca e incluso encogidos en ella. Dos años después volvieron a colaborar en REC2, secuela de igual éxito, que daba un giro a la saga añadiendo la trama de las posesiones demoníacas. Para las dos últimas partes de la serie han decidido separar sus caminos de modo que Balagueró, previsiblemente, estrenará el cierre de dicha saga en el 2013, mientras que Plaza se ha encargado de esta tercera parte de reciente estreno.
REC3 GÉNESIS se ha publicitado como una especie de precuela de los actos acontecidos en las anteriores partes. Que nadie se lleve a engaño, no vamos a descubrir los orígenes de la niña Medeiros ni nada por el estilo. Realmente nos encontramos con una película que transcurre simultáneamente a las aventuras de la reportera Ángela (Manuela Velasco) en la finca del Eixample barcelonés infestada de zombis.
Leticia Dolera es Clara, una joven que se viste de blanco para contraer matrimonio con el amor de su vida, Koldo (Diego Martín). El primo del novio (el "Polsera Vermella" Àlex Monner) y Atún (curioso nombre que mi madre usa para denominar a ciertos hombres con exceso de peso), el típico cineasta frustrado que graba videos en bodas, bautizos y comuniones, se encargarán de mostrar a través de sus cámaras la matanza que se avecina. Resulta curioso a la par que gracioso que el director haya escogido el supuesto día más feliz de una pareja para convertirlo en su peor pesadilla. Uno de los invitados al convite tiene una sospechosa herida en la mano, según él mismo provocada por un perro muerto (punto de enlace con REC), que le convierte en el desencadenante de la más divertida y menos terrorífica infección vista hasta el momento en la saga.
Dolera es la heroína de la función (en ciertos momentos una especie de la Ripley de ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO) y el resultado es más que positivo. A pesar de lo delgadita y menuda que parece se convierte en una tipa dura con sierra mecánica en mano dispuesta a cargarse a todos los invitados de su boda. ¡Qué bien está creciendo esta chica como actriz!
Como ya he comentado en ocasiones anteriores me chirría que una película empiece siendo narrada con cámara subjetiva (al hombro o a pulso de toda la vida) para pasar de repente y sin previo aviso a una filmación más tradicional y con un punto de vista objetivo. En esta ocasión, teniendo en cuenta que me costó asumir el cambio tras el primer tercio de la peli, agradezco a Plaza una filmación más clásica y cinematográfica.
El resultado es una película simpática, con personalidad propia, a ratos espeluznante, a ratos muy cachonda y que funciona bien por sí sola, pero que decepciona como parte de un conjunto.
VALORACIÓN:
Paco Plaza y Jaume Balagueró formaron un tándem casi perfecto cuando en el año 2007 codirigieron REC, magnífica cinta de terror que nos dejó a todos pegados a la butaca e incluso encogidos en ella. Dos años después volvieron a colaborar en REC2, secuela de igual éxito, que daba un giro a la saga añadiendo la trama de las posesiones demoníacas. Para las dos últimas partes de la serie han decidido separar sus caminos de modo que Balagueró, previsiblemente, estrenará el cierre de dicha saga en el 2013, mientras que Plaza se ha encargado de esta tercera parte de reciente estreno.
REC3 GÉNESIS se ha publicitado como una especie de precuela de los actos acontecidos en las anteriores partes. Que nadie se lleve a engaño, no vamos a descubrir los orígenes de la niña Medeiros ni nada por el estilo. Realmente nos encontramos con una película que transcurre simultáneamente a las aventuras de la reportera Ángela (Manuela Velasco) en la finca del Eixample barcelonés infestada de zombis.
Leticia Dolera es Clara, una joven que se viste de blanco para contraer matrimonio con el amor de su vida, Koldo (Diego Martín). El primo del novio (el "Polsera Vermella" Àlex Monner) y Atún (curioso nombre que mi madre usa para denominar a ciertos hombres con exceso de peso), el típico cineasta frustrado que graba videos en bodas, bautizos y comuniones, se encargarán de mostrar a través de sus cámaras la matanza que se avecina. Resulta curioso a la par que gracioso que el director haya escogido el supuesto día más feliz de una pareja para convertirlo en su peor pesadilla. Uno de los invitados al convite tiene una sospechosa herida en la mano, según él mismo provocada por un perro muerto (punto de enlace con REC), que le convierte en el desencadenante de la más divertida y menos terrorífica infección vista hasta el momento en la saga.
Dolera es la heroína de la función (en ciertos momentos una especie de la Ripley de ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO) y el resultado es más que positivo. A pesar de lo delgadita y menuda que parece se convierte en una tipa dura con sierra mecánica en mano dispuesta a cargarse a todos los invitados de su boda. ¡Qué bien está creciendo esta chica como actriz!
Como ya he comentado en ocasiones anteriores me chirría que una película empiece siendo narrada con cámara subjetiva (al hombro o a pulso de toda la vida) para pasar de repente y sin previo aviso a una filmación más tradicional y con un punto de vista objetivo. En esta ocasión, teniendo en cuenta que me costó asumir el cambio tras el primer tercio de la peli, agradezco a Plaza una filmación más clásica y cinematográfica.
El resultado es una película simpática, con personalidad propia, a ratos espeluznante, a ratos muy cachonda y que funciona bien por sí sola, pero que decepciona como parte de un conjunto.
VALORACIÓN:
lunes, 2 de abril de 2012
CHRONICLE
Héroes cotidianos.
De un tiempo a esta parte viene siendo habitual, tanto en cine (WATCHMEN, KICK-ASS) como en televisión (MISFITS, HEROES), encontrar historias de gente normal a la que le pasan cosas extraordinarias.
CHRONICLE tiene puntos en común, sobre todo, con las dos series mencionadas.
Tres amigos del instituto descubren un cráter que alberga un cristal de otro planeta. Cuando entran en contacto con el misterioso mineral empiezan a desarrollar poderes. Así, de la noche a la mañana, descubren que tienen súper fuerza, telequinesis y, lo más importante (y chulo)... pueden volar.
Josh Trank, director debutante en cine, nos cuenta esta fantasía con cámara subjetiva de modo que la cinta tiene ese aire de "falso" documental, supuestamente rodado con la cámara de video de uno de los protagonistas.
Este tipo de películas, rodadas con cámara en mano, me desagradan y me gustan precisamente por lo mismo; porque integran al espectador en lo que se está contando como si fuera uno más de la historia. ¿Por qué esto es motivo para que no me gusten? Porque en muchas ocasiones consiguen justo el efecto contrario, que no me identifique con lo que se está contando y no me sienta parte del relato. Entre los movimientos bruscos de cámara, que normalmente me provocan mareo, las imágenes con exceso de grano, que para mi gusto afean la fotografía, así como el hecho de que de repente deje de haber una única cámara para narrar los acontecimientos, apareciendo distintos ángulos y planos en los que se ve a todos los protagonistas actuando (incluso al que se supone que lo está filmando todo)... me paso más rato analizando y descubriendo errores que disfrutando de la peli. Con CHRONICLE, hay un poco de todo, pero más bien consiguió atraparme. A pesar de que tiene los tres fallos que he comentado anteriormente, también tiene un buen argumento, con un mejor desarrollo, unos personajes redondos, muy cercanos y ese punto de fantasía, de sueño hecho realidad, que tanto me gusta.
Es muy entretenida y divertida en su primera mitad que sirve para presentarnos a los personajes. Vamos descubriendo poco a poco cómo van adquiriendo sus poderes, cómo se entrenan para desarrollarlos y perfeccionar sus habilidades. Es muy emocionante verlos jugar a fútbol entre las nubes. En cambio la segunda mitad se convierte en una cinta inquietante a la par que sombría en la que los accidentes, más o menos provocados, y las muertes se van sucediendo. Uno de los personajes va desarrollando su faceta de supervillano, convirtiendo el tramo final en la lucha del "bien" contra el "mal".
Una grata sorpresa, fresca, divertida, inteligente, con interpretaciones naturales, dirigida con destreza y con efectos visuales muy correctos.
VALORACIÓN:
De un tiempo a esta parte viene siendo habitual, tanto en cine (WATCHMEN, KICK-ASS) como en televisión (MISFITS, HEROES), encontrar historias de gente normal a la que le pasan cosas extraordinarias.
CHRONICLE tiene puntos en común, sobre todo, con las dos series mencionadas.
Tres amigos del instituto descubren un cráter que alberga un cristal de otro planeta. Cuando entran en contacto con el misterioso mineral empiezan a desarrollar poderes. Así, de la noche a la mañana, descubren que tienen súper fuerza, telequinesis y, lo más importante (y chulo)... pueden volar.
Josh Trank, director debutante en cine, nos cuenta esta fantasía con cámara subjetiva de modo que la cinta tiene ese aire de "falso" documental, supuestamente rodado con la cámara de video de uno de los protagonistas.
Este tipo de películas, rodadas con cámara en mano, me desagradan y me gustan precisamente por lo mismo; porque integran al espectador en lo que se está contando como si fuera uno más de la historia. ¿Por qué esto es motivo para que no me gusten? Porque en muchas ocasiones consiguen justo el efecto contrario, que no me identifique con lo que se está contando y no me sienta parte del relato. Entre los movimientos bruscos de cámara, que normalmente me provocan mareo, las imágenes con exceso de grano, que para mi gusto afean la fotografía, así como el hecho de que de repente deje de haber una única cámara para narrar los acontecimientos, apareciendo distintos ángulos y planos en los que se ve a todos los protagonistas actuando (incluso al que se supone que lo está filmando todo)... me paso más rato analizando y descubriendo errores que disfrutando de la peli. Con CHRONICLE, hay un poco de todo, pero más bien consiguió atraparme. A pesar de que tiene los tres fallos que he comentado anteriormente, también tiene un buen argumento, con un mejor desarrollo, unos personajes redondos, muy cercanos y ese punto de fantasía, de sueño hecho realidad, que tanto me gusta.
Es muy entretenida y divertida en su primera mitad que sirve para presentarnos a los personajes. Vamos descubriendo poco a poco cómo van adquiriendo sus poderes, cómo se entrenan para desarrollarlos y perfeccionar sus habilidades. Es muy emocionante verlos jugar a fútbol entre las nubes. En cambio la segunda mitad se convierte en una cinta inquietante a la par que sombría en la que los accidentes, más o menos provocados, y las muertes se van sucediendo. Uno de los personajes va desarrollando su faceta de supervillano, convirtiendo el tramo final en la lucha del "bien" contra el "mal".
Una grata sorpresa, fresca, divertida, inteligente, con interpretaciones naturales, dirigida con destreza y con efectos visuales muy correctos.
VALORACIÓN:
lunes, 26 de marzo de 2012
MI SUPER EX-NOVIA
Nunca te líes con una super heroína.
A ver si a alguien le suena esto: tarde de domingo, después de comer, siesta en el sofá, cualquier canal al azar puesto en la tele, película insulsa... Pues eso me ocurrió hace unas semanas. El resultado: sensación de haber perdido el tiempo.
Hay películas malas, otras son vergonzosas, algunas prescindibles y luego está MI SUPER EX-NOVIA que es las tres cosas a la vez.
Tengo debilidad por las películas de super héroes. De hecho, entre mis películas favoritas se encuentran las versiones de BATMAN de Tim Burton y las más actuales aproximaciones al hombre murciélago de Christopher Nolan. Soy un incondicional del universo X-MEN y aún me emociono viendo las películas de SUPERMAN de los "Richards" (Lester y Donner). Me suelo tragar todo lo que tenga algo que ver con poderes, héroes y adaptaciones de cómics. Esto, que puede parecer un gesto inocente, en ocasiones es más una aproximación al suicidio o aún peor: a la tortura china.
Ivan Reitman, rey de la comedia americana de la década de los ochenta y padre de Jason (YOUNG ADULT), quiso poner un toque de humor y de feminidad al, por excelencia, mundo de hombres que salvan a la humanidad con sus extraordinarias capacidades. Para ello contó con un pobre guión de Don Payne, autor y productor de la mítica serie "Los Simpson", al que seguramente se le podría haber sacado algo más de partido.
Uma Thurman, que tras el díptico KILL BILL se decantó por proyectos esencialmente cómicos, se calza las mallas de la Chica-G. Su álter ego, Jenny Johnson, conoce en un accidente fortuito a Matt (Luke Wilson) y se enamora de él en el acto. El muchacho cree haber encontrado a la pareja ideal. Pero el amor nublará los sentidos de la justiciera convirtiéndola en una novia extremadamente celosa, posesiva y manipuladora así que Matt decide romper con ella. Si a esto le sumamos la super fuerza y la super velocidad de Jenny, el caos está servido.
Es cierto que la película está plagada de situaciones cómicas que pueden arrancar alguna sonrisilla e incluso alguna carcajada furtiva, pero el aroma que desprende toda la producción es de telecomedia barata. ¡Solo le faltan las risas enlatadas!
Desde las primeras secuencias se intuye el bodrio que va a resultar tan disparatado proyecto. Los actores están completamente desubicados. Thurman se esfuerza por parecer sexy y dura como Chica-G y torpe y graciosa como Jenny, pero no consigue ni una cosa ni la otra. Wilson está soso y parece que trabaja con desgana. El resto del reparto es prescindible e insulso.
Los efectos visuales son pasables aunque da risa, por lo patético, cosa que no creo que fuera la intención, el tiburón del clímax final.
Más vale huir de ella, aunque sea lo "único" que ponen en la tele a la hora de la siesta. Siempre quedan los documentales de La 2 que son ideales para echar una cabezadita.
VALORACIÓN:
A ver si a alguien le suena esto: tarde de domingo, después de comer, siesta en el sofá, cualquier canal al azar puesto en la tele, película insulsa... Pues eso me ocurrió hace unas semanas. El resultado: sensación de haber perdido el tiempo.
Hay películas malas, otras son vergonzosas, algunas prescindibles y luego está MI SUPER EX-NOVIA que es las tres cosas a la vez.
Tengo debilidad por las películas de super héroes. De hecho, entre mis películas favoritas se encuentran las versiones de BATMAN de Tim Burton y las más actuales aproximaciones al hombre murciélago de Christopher Nolan. Soy un incondicional del universo X-MEN y aún me emociono viendo las películas de SUPERMAN de los "Richards" (Lester y Donner). Me suelo tragar todo lo que tenga algo que ver con poderes, héroes y adaptaciones de cómics. Esto, que puede parecer un gesto inocente, en ocasiones es más una aproximación al suicidio o aún peor: a la tortura china.
Ivan Reitman, rey de la comedia americana de la década de los ochenta y padre de Jason (YOUNG ADULT), quiso poner un toque de humor y de feminidad al, por excelencia, mundo de hombres que salvan a la humanidad con sus extraordinarias capacidades. Para ello contó con un pobre guión de Don Payne, autor y productor de la mítica serie "Los Simpson", al que seguramente se le podría haber sacado algo más de partido.
Uma Thurman, que tras el díptico KILL BILL se decantó por proyectos esencialmente cómicos, se calza las mallas de la Chica-G. Su álter ego, Jenny Johnson, conoce en un accidente fortuito a Matt (Luke Wilson) y se enamora de él en el acto. El muchacho cree haber encontrado a la pareja ideal. Pero el amor nublará los sentidos de la justiciera convirtiéndola en una novia extremadamente celosa, posesiva y manipuladora así que Matt decide romper con ella. Si a esto le sumamos la super fuerza y la super velocidad de Jenny, el caos está servido.
Es cierto que la película está plagada de situaciones cómicas que pueden arrancar alguna sonrisilla e incluso alguna carcajada furtiva, pero el aroma que desprende toda la producción es de telecomedia barata. ¡Solo le faltan las risas enlatadas!
Desde las primeras secuencias se intuye el bodrio que va a resultar tan disparatado proyecto. Los actores están completamente desubicados. Thurman se esfuerza por parecer sexy y dura como Chica-G y torpe y graciosa como Jenny, pero no consigue ni una cosa ni la otra. Wilson está soso y parece que trabaja con desgana. El resto del reparto es prescindible e insulso.
Los efectos visuales son pasables aunque da risa, por lo patético, cosa que no creo que fuera la intención, el tiburón del clímax final.
Más vale huir de ella, aunque sea lo "único" que ponen en la tele a la hora de la siesta. Siempre quedan los documentales de La 2 que son ideales para echar una cabezadita.
VALORACIÓN:
viernes, 23 de marzo de 2012
YOUNG ADULT
¿Despreciable?, ¿deprimida?, ¿equivocada?
Cuando Jason Reitman (director) y Diablo Cody (guionista) juntaron sus talentos para contar las andanzas de una adolescente embarazada en la divertida y emocionante JUNO del año 2007 se intuían futuras colaboraciones entre ellos. Reitman logró superarse a sí mismo dos años después con la magistral UP IN THE AIR y sin la ayuda de la estimable guionista, la cual no tuvo tanto ojo ni tino al escribir JENNIFER’S BODY, tremenda memez. Mis ganas de ver una nueva película de tan singular pareja iban creciendo y mis expectativas ante YOUNG ADULT eran más que altas. Después de verla solo puedo decir que me siento decepcionado. Quizás parte de la culpa es mía por esperar tanto de ellos, pero una parte aún mayor de culpa es del pobre guión que Cody ha elaborado. De todos los personajes que desfilan por la cinta solo el de Charlize Theron, protagonista absoluta, tiene sustancia y carisma. Me hace preguntarme qué parte estaba ya en el guión y qué partes han aportado la propia actriz y el director. El resto de personajes oscilan entre sosos, ridículos y antipáticos, cuando la idea es justo la contraria, la que ha de caer mal es Charlize.
Mavis Gray (Theron) es una negra, me explico, una escritora que redacta textos para otros que se llevan la fama y el prestigio. La serie de novelas para jóvenes-adultos en la que lleva años trabajando está llegando a su fin justo en el momento en que Gray atraviesa una crisis existencial. Para intentar superar dicha crisis, Gray regresa a su pueblo natal con la idea de recuperar a su amor de instituto, que está casado y acaba de ser padre. Sola, deprimida y algo más alcohólica de lo que debería, encontrará un aliado en un ex compañero de clase al que acostumbraba a marginar y a menospreciar.
Si algo hay que agradecerle a la cinta de Reitman es que rompe los esquemas de narración de la comedia clásica de Hollywood y confecciona una comedia oscura y ácida. La película es muy lineal, todo transcurre poco a poco casi sin darnos cuenta y en momentos me hizo desconectar (y eso qué solo tiene una trama…).
Cuando Jason Reitman (director) y Diablo Cody (guionista) juntaron sus talentos para contar las andanzas de una adolescente embarazada en la divertida y emocionante JUNO del año 2007 se intuían futuras colaboraciones entre ellos. Reitman logró superarse a sí mismo dos años después con la magistral UP IN THE AIR y sin la ayuda de la estimable guionista, la cual no tuvo tanto ojo ni tino al escribir JENNIFER’S BODY, tremenda memez. Mis ganas de ver una nueva película de tan singular pareja iban creciendo y mis expectativas ante YOUNG ADULT eran más que altas. Después de verla solo puedo decir que me siento decepcionado. Quizás parte de la culpa es mía por esperar tanto de ellos, pero una parte aún mayor de culpa es del pobre guión que Cody ha elaborado. De todos los personajes que desfilan por la cinta solo el de Charlize Theron, protagonista absoluta, tiene sustancia y carisma. Me hace preguntarme qué parte estaba ya en el guión y qué partes han aportado la propia actriz y el director. El resto de personajes oscilan entre sosos, ridículos y antipáticos, cuando la idea es justo la contraria, la que ha de caer mal es Charlize.
Mavis Gray (Theron) es una negra, me explico, una escritora que redacta textos para otros que se llevan la fama y el prestigio. La serie de novelas para jóvenes-adultos en la que lleva años trabajando está llegando a su fin justo en el momento en que Gray atraviesa una crisis existencial. Para intentar superar dicha crisis, Gray regresa a su pueblo natal con la idea de recuperar a su amor de instituto, que está casado y acaba de ser padre. Sola, deprimida y algo más alcohólica de lo que debería, encontrará un aliado en un ex compañero de clase al que acostumbraba a marginar y a menospreciar.
Si algo hay que agradecerle a la cinta de Reitman es que rompe los esquemas de narración de la comedia clásica de Hollywood y confecciona una comedia oscura y ácida. La película es muy lineal, todo transcurre poco a poco casi sin darnos cuenta y en momentos me hizo desconectar (y eso qué solo tiene una trama…).
Han querido ser tan outsiders que se han olvidado de conectar con el público y la respuesta en taquilla ha sido nefasta tanto en nuestro país como en otros lares. Pero no todo es desastroso: Charlize Theron está estupenda interpretando a Gray y su compañero de andanzas, Patton Oswalt, no se queda a la zaga. La pena es que el resto me importó un pimiento.
miércoles, 21 de marzo de 2012
DE TU VENTANA A LA MÍA
Mujeres rotas.
Directores de cine hay a mansalva, pero mujeres que lleven la batuta de una película ya son más difíciles de encontrar, sobre todo en España. Por eso es una gozada descubrir a nuevas directoras con tantas cosas que decir y con una manera tan bella de decirlas. Paula Ortiz ha creado un tríptico cinematográfico, para su debut en el largometraje, que protagonizan tres mujeres de tres edades, en tres zonas de Aragón en tres épocas distintas. Todas ellas tienen un denominador común, el fracaso en el amor. Tres actrices en estado de gracia son el alma de DE TU VENTANA A LA MÍA. Leticia Dolera es Violeta, una joven que vive en los años 20 en una zona fronteriza con Francia. Un lugar que parece sacado de un cuadro de Fragonard con frondosos paisajes bañados de verdes y violetas, donde pasa las horas del día en su columpio o recogiendo hermosas flores para decorar su pelo mientras añora a su amor en el exilio. Maribel Verdú es Inés, una mujer que habita una zona agreste de tonos ocres y amarillos en los años 40. Trabaja en un campo dorado donde recolecta el trigo bajo el intenso sol, el potente viento y el recuerdo de los besos y de las caricias que le propiciaba su añorado Paco, recluido en una celda por los grises. Gris es también el mundo de Luisa, interpretada por Luisa Gavasa, una ciudad desolada, marchita y revuelta por el fin de la dictadura. Estamos en 1975 y Luisa, en el otoño de su vida, se lamenta por no haber tenido un amor de película.
Las tres intérpretes están extraordinarias pero debo destacar la madurez de Maribel Verdú (nominada al Goya a la mejor interpretación femenina de reparto) y lo bien que está cuando está bien, como es el caso. Pero la que más me sorprendió por su buen hacer es la ahora de moda Leticia Dolera. Dolera crea una Violeta intensa y dramática que se queda en la memoria y en el corazón. Llora de maravilla en la impactante escena del corte de cabello.
Ortiz teje los fotogramas de la cinta orquestando un montaje muy cuidado. Un simple ovillo de lana puede unir el mundo de Inés con el de Violeta o una frase el de esta con el de Luisa. La directora adorna las secuencias con una música sutil, compuesta por Avshalom Caspi, y tan hermosa como las imágenes que acompaña. Aunque sobre todo destacan dos de las canciones de la película. La primera de ellas se titula "Debajo del limón" y estuvo nominada a los Goya de este año a mejor canción original. La segunda es la clásica "Yo vengo a ofrecer mi corazón" de Fito Paez, que popularizó la gran Mercedes Sosa, y que en esta ocasión podemos oír en la particular voz de Carmen París.
En ciertas ocasiones se echa de menos una mayor profundización en las historias pero en general y para ser una ópera prima es una película notable. Me alegra que esté funcionando bien en circuitos de presencia limitada o más independiente y deseo que el boca a boca le dé la fuerza que necesita para convertirse en el sleeper español de la temporada.
VALORACIÓN:
Directores de cine hay a mansalva, pero mujeres que lleven la batuta de una película ya son más difíciles de encontrar, sobre todo en España. Por eso es una gozada descubrir a nuevas directoras con tantas cosas que decir y con una manera tan bella de decirlas. Paula Ortiz ha creado un tríptico cinematográfico, para su debut en el largometraje, que protagonizan tres mujeres de tres edades, en tres zonas de Aragón en tres épocas distintas. Todas ellas tienen un denominador común, el fracaso en el amor. Tres actrices en estado de gracia son el alma de DE TU VENTANA A LA MÍA. Leticia Dolera es Violeta, una joven que vive en los años 20 en una zona fronteriza con Francia. Un lugar que parece sacado de un cuadro de Fragonard con frondosos paisajes bañados de verdes y violetas, donde pasa las horas del día en su columpio o recogiendo hermosas flores para decorar su pelo mientras añora a su amor en el exilio. Maribel Verdú es Inés, una mujer que habita una zona agreste de tonos ocres y amarillos en los años 40. Trabaja en un campo dorado donde recolecta el trigo bajo el intenso sol, el potente viento y el recuerdo de los besos y de las caricias que le propiciaba su añorado Paco, recluido en una celda por los grises. Gris es también el mundo de Luisa, interpretada por Luisa Gavasa, una ciudad desolada, marchita y revuelta por el fin de la dictadura. Estamos en 1975 y Luisa, en el otoño de su vida, se lamenta por no haber tenido un amor de película.
Las tres intérpretes están extraordinarias pero debo destacar la madurez de Maribel Verdú (nominada al Goya a la mejor interpretación femenina de reparto) y lo bien que está cuando está bien, como es el caso. Pero la que más me sorprendió por su buen hacer es la ahora de moda Leticia Dolera. Dolera crea una Violeta intensa y dramática que se queda en la memoria y en el corazón. Llora de maravilla en la impactante escena del corte de cabello.
Ortiz teje los fotogramas de la cinta orquestando un montaje muy cuidado. Un simple ovillo de lana puede unir el mundo de Inés con el de Violeta o una frase el de esta con el de Luisa. La directora adorna las secuencias con una música sutil, compuesta por Avshalom Caspi, y tan hermosa como las imágenes que acompaña. Aunque sobre todo destacan dos de las canciones de la película. La primera de ellas se titula "Debajo del limón" y estuvo nominada a los Goya de este año a mejor canción original. La segunda es la clásica "Yo vengo a ofrecer mi corazón" de Fito Paez, que popularizó la gran Mercedes Sosa, y que en esta ocasión podemos oír en la particular voz de Carmen París.
En ciertas ocasiones se echa de menos una mayor profundización en las historias pero en general y para ser una ópera prima es una película notable. Me alegra que esté funcionando bien en circuitos de presencia limitada o más independiente y deseo que el boca a boca le dé la fuerza que necesita para convertirse en el sleeper español de la temporada.
VALORACIÓN:
martes, 20 de marzo de 2012
PONYO EN EL ACANTILADO
La sirena que quería ser humana versión japonesa.
El Studio Ghibli es en Japón lo que Disney en los Estados Unidos: el estudio de animación más importante y de más renombre del país. Su fundador Hayao Miyazaki inauguró dicho estudio con la película NAUSICAÄ DEL VALLE DEL VIENTO y desde entonces nos ha ido regalando joyas de indiscutible valor. No todo son obras maestras, ni mucho menos, pero sí que son un ejemplo de buena animación y de una belleza sobresaliente. Miyazaki y su equipo cuidan con extrema delicadeza los fondos y los detalles de sus películas. Igualmente han hecho del diseño de sus personajes un símbolo de la casa reconocible y reconocido por todos.
Una de sus últimas películas estrenadas en salas comerciales fue PONYO EN EL ACANTILADO (2008), una revisión del clásico cuento de LA SIRENITA que el propio Miyazaki escribió y dirigió. Siempre es un lujo admirar la obra de este maestro de la animación y PONYO no desmerece a las cintas anteriores.
Como suele ser habitual del Studio el ritmo es pausado y contemplativo aunque no por eso resulta soporífero. Todo lo contrario. El tiempo pasa volando admirando las aventuras de Sosuke, un niño que encontrará en una cala cercana a su casa a la pequeña princesa del mar Ponyo, la cual sentirá atracción por el joven y deseará convertirse en humana para vivir junto a él.
El mundo submarino está poblado no solo de peces, sino de seres prehistóricos, brujos y una diosa del mar que jugará un papel importante en el devenir de la niña pez. Todo esto confieren al fondo acuático un aire onírico en contraste con la superficie.
Es cierto que es una película bastante infantil, pero cuenta con momentos que resultan inquietantes y oscuros como el tsunami que provocan las olas-pez o la aparición de la madre de Ponyo.
Pese a que es una de las historias más convencionales de la casa brilla por su encanto, por su buen rollo y porque consigue lo que pretende, hacer disfrutar a pequeños y mayores.
VALORACIÓN:
El Studio Ghibli es en Japón lo que Disney en los Estados Unidos: el estudio de animación más importante y de más renombre del país. Su fundador Hayao Miyazaki inauguró dicho estudio con la película NAUSICAÄ DEL VALLE DEL VIENTO y desde entonces nos ha ido regalando joyas de indiscutible valor. No todo son obras maestras, ni mucho menos, pero sí que son un ejemplo de buena animación y de una belleza sobresaliente. Miyazaki y su equipo cuidan con extrema delicadeza los fondos y los detalles de sus películas. Igualmente han hecho del diseño de sus personajes un símbolo de la casa reconocible y reconocido por todos.
Una de sus últimas películas estrenadas en salas comerciales fue PONYO EN EL ACANTILADO (2008), una revisión del clásico cuento de LA SIRENITA que el propio Miyazaki escribió y dirigió. Siempre es un lujo admirar la obra de este maestro de la animación y PONYO no desmerece a las cintas anteriores.
Como suele ser habitual del Studio el ritmo es pausado y contemplativo aunque no por eso resulta soporífero. Todo lo contrario. El tiempo pasa volando admirando las aventuras de Sosuke, un niño que encontrará en una cala cercana a su casa a la pequeña princesa del mar Ponyo, la cual sentirá atracción por el joven y deseará convertirse en humana para vivir junto a él.
El mundo submarino está poblado no solo de peces, sino de seres prehistóricos, brujos y una diosa del mar que jugará un papel importante en el devenir de la niña pez. Todo esto confieren al fondo acuático un aire onírico en contraste con la superficie.
Es cierto que es una película bastante infantil, pero cuenta con momentos que resultan inquietantes y oscuros como el tsunami que provocan las olas-pez o la aparición de la madre de Ponyo.
Pese a que es una de las historias más convencionales de la casa brilla por su encanto, por su buen rollo y porque consigue lo que pretende, hacer disfrutar a pequeños y mayores.
VALORACIÓN:
sábado, 17 de marzo de 2012
LA INVENCIÓN DE HUGO
Martin Scorsese 3D.
No tengo suficientes palabras para agradecer a Martin Scorsese su ecléctica y maravillosa carrera cinematográfica. A lo largo de los años nos ha regalado obras maestras de géneros dispares: desde el drama de época al musical pasando por los thrillers de mafiosos, atreviéndose con la religión, con el juego y con la corrupción policial. Le faltaba, entre otros pocos géneros, la aventura, la fantasía infantil (o quizás no tanto) que ahora trata en la deslumbrante LA INVENCIÓN DE HUGO. Siempre innovador y arriesgado, Scorsese se aprovecha de los avances técnicos para enriquecer sus películas. En esta ocasión ha sabido usar las 3D como parte de la narración, como vehículo para adentrar al espectador en el fantástico mundo que habita Hugo. Así dota a la cinta de profundidad y de una belleza espectacular. Ojalá todas las películas 3D persiguieran objetivos similares a estos en lugar de buscar recaudaciones abultadas en detrimento de la calidad.
Hugo Cabret (Assa Butterfield), hijo huérfano de un relojero e inventor que trasladó a su hijo sus habilidades y su pasión por el cine, vive oculto en la estación de tren de Montparnasse en París, donde se ocupa del mantenimiento de los relojes. En su guarida mantiene el único recuerdo que le queda de su padre, un autómata que sabe escribir y al que le faltan piezas del mecanismo. Hugo tratará de conseguir tales piezas, aunque sea robando en la tienda de juguetes del señor Georges (Ben Kingsley), con tal de arreglar el robot y ver si lo que este escribe es un mensaje que su padre le dejó al morir. Paralelamente a las aventuras del niño, conoceremos la historia de Georges y el extraordiario pasado de este en relación con los inicios del cine.
Ya se ha dicho en innumerables ocasiones que Scorsese ha hecho un homenaje al cine. Yo añadiría que es una oda de amor y admiración a su profesión.
Como es habitual en sus películas, los aspectos técnicos están tan cuidados como los artísticos. Me atrevería a decir que rozan la perfección. Atención al vestuario, la fotografía, el maquillaje, la peluquería, los efectos visuales y sonoros, la música, el montaje, los decorados y, muy especialmente, a la dirección, a la que no puedo calificar de menos que excelente. Se merecía, si no los 11 Oscar a los que optaba, 7 u 8 premios incluyendo el de dirección y el de mejor película.
No me explico el fracaso comercial que ha supuesto en los Estados Unidos, cuando Hugo tiene todos los números para convertirse en un éxito de taquilla. En el resto del mundo está yendo mejor, aunque tampoco es un gran éxito. Una pena porque es una gozada para todos los sentidos y para todos los públicos. Pura magia para soñar, para disfrutar.
VALORACIÓN:
No tengo suficientes palabras para agradecer a Martin Scorsese su ecléctica y maravillosa carrera cinematográfica. A lo largo de los años nos ha regalado obras maestras de géneros dispares: desde el drama de época al musical pasando por los thrillers de mafiosos, atreviéndose con la religión, con el juego y con la corrupción policial. Le faltaba, entre otros pocos géneros, la aventura, la fantasía infantil (o quizás no tanto) que ahora trata en la deslumbrante LA INVENCIÓN DE HUGO. Siempre innovador y arriesgado, Scorsese se aprovecha de los avances técnicos para enriquecer sus películas. En esta ocasión ha sabido usar las 3D como parte de la narración, como vehículo para adentrar al espectador en el fantástico mundo que habita Hugo. Así dota a la cinta de profundidad y de una belleza espectacular. Ojalá todas las películas 3D persiguieran objetivos similares a estos en lugar de buscar recaudaciones abultadas en detrimento de la calidad.
Hugo Cabret (Assa Butterfield), hijo huérfano de un relojero e inventor que trasladó a su hijo sus habilidades y su pasión por el cine, vive oculto en la estación de tren de Montparnasse en París, donde se ocupa del mantenimiento de los relojes. En su guarida mantiene el único recuerdo que le queda de su padre, un autómata que sabe escribir y al que le faltan piezas del mecanismo. Hugo tratará de conseguir tales piezas, aunque sea robando en la tienda de juguetes del señor Georges (Ben Kingsley), con tal de arreglar el robot y ver si lo que este escribe es un mensaje que su padre le dejó al morir. Paralelamente a las aventuras del niño, conoceremos la historia de Georges y el extraordiario pasado de este en relación con los inicios del cine.
Ya se ha dicho en innumerables ocasiones que Scorsese ha hecho un homenaje al cine. Yo añadiría que es una oda de amor y admiración a su profesión.
Como es habitual en sus películas, los aspectos técnicos están tan cuidados como los artísticos. Me atrevería a decir que rozan la perfección. Atención al vestuario, la fotografía, el maquillaje, la peluquería, los efectos visuales y sonoros, la música, el montaje, los decorados y, muy especialmente, a la dirección, a la que no puedo calificar de menos que excelente. Se merecía, si no los 11 Oscar a los que optaba, 7 u 8 premios incluyendo el de dirección y el de mejor película.
No me explico el fracaso comercial que ha supuesto en los Estados Unidos, cuando Hugo tiene todos los números para convertirse en un éxito de taquilla. En el resto del mundo está yendo mejor, aunque tampoco es un gran éxito. Una pena porque es una gozada para todos los sentidos y para todos los públicos. Pura magia para soñar, para disfrutar.
VALORACIÓN:
jueves, 15 de marzo de 2012
LOS DESCENDIENTES
Hawái en familia.
Alexander Payne es uno de esos directores que se ha ido labrando una carrera de prestigio con cintas tan irregulares como carismáticas. Película tras película ha sorprendido por lo diferente y original de las propuestas presentadas, pero a pesar de ello aún sigue siendo un desconocido al que muchos llaman "el director de ENTRE COPAS". Ya es hora de que su nombre brille y sea reconocido por su increíble talento y por el resto de películas que ha dirigido ya que, sin desmerecer ENTRE COPAS, son como mínimo igual de interesantes.
Con LOS DESCENDIENTES se ha propuesto volver a sorprender y lo hace ambientando la historia en Hawái. Por un lado, el Hawái que muchas veces se ha mostrado en las películas con sus playas, sus palmeras, su exótica vegetación y esos surfistas cachas que montan las olas como si pasearan por un prado. Por otro lado, también muestra ese Hawái menos paradisíaco, ese que habitan los lugareños día a día, con sus barriadas más humildes, sus zonas residenciales y extensos terrenos de vegetación salvaje preparados para edificar y transformar lo natural en comercial. En este conjunto de islas del Pacífico vive Matt King (George Clooney), un padre de familia que deberá tomar las riendas de su vida y de la de sus hijas cuando su mujer queda en coma tras un accidente náutico. Enfrascado en la venta de unas tierras heredadas de antepasados isleños y los consecuentes enfrentamientos con el resto de familiares, tendrá que lidiar además con dos hijas, una pequeña pero precoz, otra adolescente rebelde y problemática.
Ya comenté en la crítica de MONEYBALL el, a mi entender, demasiado bombo que se le ha dado al trabajo de Clooney que, si bien es correcto, dista mucho de ser una gran interpretación. Yo lo prefiero en UP IN THE AIR o en OCEAN'S ELEVEN donde muestra muchas más caras y matices. En la peli que ahora comento se limita a poner miradas perdidas o a levantar la ceja como Carlos Sobera en los concursos que presenta. Es justo decir que el personaje que le toca interpretar le obliga a hacer un trabajo de contención importante y lo hace muy bien, pero tampoco es para tanto.
La cinta está elaborada con brillantez, a ratos bella, a ratos emocionante, a ratos fresca, a ratos divertida, a ratos trascendente pero siempre sencilla e inteligente. Es una pena que algunos momentos se me hicieran tan largos y que ciertas situaciones me parecieran tan previsibles como la resolución de la venta de las tierras o todo lo que envuelve al personaje de Matthew Lillard.
VALORACIÓN:
Alexander Payne es uno de esos directores que se ha ido labrando una carrera de prestigio con cintas tan irregulares como carismáticas. Película tras película ha sorprendido por lo diferente y original de las propuestas presentadas, pero a pesar de ello aún sigue siendo un desconocido al que muchos llaman "el director de ENTRE COPAS". Ya es hora de que su nombre brille y sea reconocido por su increíble talento y por el resto de películas que ha dirigido ya que, sin desmerecer ENTRE COPAS, son como mínimo igual de interesantes.
Con LOS DESCENDIENTES se ha propuesto volver a sorprender y lo hace ambientando la historia en Hawái. Por un lado, el Hawái que muchas veces se ha mostrado en las películas con sus playas, sus palmeras, su exótica vegetación y esos surfistas cachas que montan las olas como si pasearan por un prado. Por otro lado, también muestra ese Hawái menos paradisíaco, ese que habitan los lugareños día a día, con sus barriadas más humildes, sus zonas residenciales y extensos terrenos de vegetación salvaje preparados para edificar y transformar lo natural en comercial. En este conjunto de islas del Pacífico vive Matt King (George Clooney), un padre de familia que deberá tomar las riendas de su vida y de la de sus hijas cuando su mujer queda en coma tras un accidente náutico. Enfrascado en la venta de unas tierras heredadas de antepasados isleños y los consecuentes enfrentamientos con el resto de familiares, tendrá que lidiar además con dos hijas, una pequeña pero precoz, otra adolescente rebelde y problemática.
Ya comenté en la crítica de MONEYBALL el, a mi entender, demasiado bombo que se le ha dado al trabajo de Clooney que, si bien es correcto, dista mucho de ser una gran interpretación. Yo lo prefiero en UP IN THE AIR o en OCEAN'S ELEVEN donde muestra muchas más caras y matices. En la peli que ahora comento se limita a poner miradas perdidas o a levantar la ceja como Carlos Sobera en los concursos que presenta. Es justo decir que el personaje que le toca interpretar le obliga a hacer un trabajo de contención importante y lo hace muy bien, pero tampoco es para tanto.
La cinta está elaborada con brillantez, a ratos bella, a ratos emocionante, a ratos fresca, a ratos divertida, a ratos trascendente pero siempre sencilla e inteligente. Es una pena que algunos momentos se me hicieran tan largos y que ciertas situaciones me parecieran tan previsibles como la resolución de la venta de las tierras o todo lo que envuelve al personaje de Matthew Lillard.
VALORACIÓN:
lunes, 5 de marzo de 2012
J. EDGAR
Y con él, nació el FBI.
Clint Eastwood es un director de cine hecho a sí mismo a base de trabajo. Con los años ha ido ganando no solo experiencia delante y detrás de las cámaras sino también como persona, lo cual le ha servido para enriquecer sus largometrajes de personajes e historias excelentes. En esta ocasión nos relata de manera sobria, seria y elegante la vida de uno de los hombres más importantes y de más poder del siglo XX en los Estados Unidos de América. J. EDGAR Hoover fue el creador del FBI y su director durante más de 50 años sobreviviendo a ocho presidentes y tres guerras. Hoover era un hombre temido y respetado que no dudaba en saltarse las normas y la legalidad con tal de proteger a su país pero también era un hombre que vivía acomplejado por su homosexualidad. Eastwood cuenta su vida sin dejarse las partes más privadas aunque sin hacer exhibicionismo barato. La película en ningún momento busca el amarillismo. Se nota la complicidad entre el director y el sutil guión escrito por Dustin Lance Black (autor del libreto de MI NOMBRE ES HARVEY MILK) a la hora de no enjuiciar a tan temible personaje y de limitarse a narrar parte de la historia americana desde la perspectiva y la arriesgada voz en off de dicho individuo.
La cinta no está siendo de las más comerciales de su director en España aunque tampoco se puede considerar un fracaso. Es posible que el público potencial del cine de Eastwood no la elija por la antipatía que despierta Hoover y por la complejidad de la trama.
Yo pienso que hay que verla. Por la extraordinaria interpretación de Leonardo DiCaprio, la verdadera estrella del film, que dota a su personaje de emociones reprimidas, contenidas y de una fuerza en la mirada, en los gestos y en la voz que solo los grandes actores saben transmitir tan bien. Por la fotografía de Tom Stern y el tono sombrío que aporta al relato. Por la siempre eficaz y sutil música de piano del propio Eastwood. Por el eficiente elenco de secundarios con una Judi Dench, como madre del protagonista y fuente de sus complejos con la sexualidad, a la cabeza, la fiel secretaria interpretada por Naomi Watts o Armie Hammer (¡qué bien lo hace este chico!) como mano derecha de Hoover en el FBI y compañero-amante a lo largo de toda su vida. Porque todo en ella funciona bien. ¿Todo...? No. El maquillaje para envejecer a DiCaprio y Hammer es tirando a patético. Con lo bien que estaba Meryl Streep a los ochenta años en LA DAMA DE HIERRO, ¿por qué estos están tan mal?
VALORACIÓN:
Clint Eastwood es un director de cine hecho a sí mismo a base de trabajo. Con los años ha ido ganando no solo experiencia delante y detrás de las cámaras sino también como persona, lo cual le ha servido para enriquecer sus largometrajes de personajes e historias excelentes. En esta ocasión nos relata de manera sobria, seria y elegante la vida de uno de los hombres más importantes y de más poder del siglo XX en los Estados Unidos de América. J. EDGAR Hoover fue el creador del FBI y su director durante más de 50 años sobreviviendo a ocho presidentes y tres guerras. Hoover era un hombre temido y respetado que no dudaba en saltarse las normas y la legalidad con tal de proteger a su país pero también era un hombre que vivía acomplejado por su homosexualidad. Eastwood cuenta su vida sin dejarse las partes más privadas aunque sin hacer exhibicionismo barato. La película en ningún momento busca el amarillismo. Se nota la complicidad entre el director y el sutil guión escrito por Dustin Lance Black (autor del libreto de MI NOMBRE ES HARVEY MILK) a la hora de no enjuiciar a tan temible personaje y de limitarse a narrar parte de la historia americana desde la perspectiva y la arriesgada voz en off de dicho individuo.
La cinta no está siendo de las más comerciales de su director en España aunque tampoco se puede considerar un fracaso. Es posible que el público potencial del cine de Eastwood no la elija por la antipatía que despierta Hoover y por la complejidad de la trama.
Yo pienso que hay que verla. Por la extraordinaria interpretación de Leonardo DiCaprio, la verdadera estrella del film, que dota a su personaje de emociones reprimidas, contenidas y de una fuerza en la mirada, en los gestos y en la voz que solo los grandes actores saben transmitir tan bien. Por la fotografía de Tom Stern y el tono sombrío que aporta al relato. Por la siempre eficaz y sutil música de piano del propio Eastwood. Por el eficiente elenco de secundarios con una Judi Dench, como madre del protagonista y fuente de sus complejos con la sexualidad, a la cabeza, la fiel secretaria interpretada por Naomi Watts o Armie Hammer (¡qué bien lo hace este chico!) como mano derecha de Hoover en el FBI y compañero-amante a lo largo de toda su vida. Porque todo en ella funciona bien. ¿Todo...? No. El maquillaje para envejecer a DiCaprio y Hammer es tirando a patético. Con lo bien que estaba Meryl Streep a los ochenta años en LA DAMA DE HIERRO, ¿por qué estos están tan mal?
VALORACIÓN:
sábado, 3 de marzo de 2012
ARRUGAS
La animación española alza el vuelo.
Recientemente nos hemos sorprendido al encontrar en nuestras carteleras títulos de animación con factura española que han dado un salto de gigante en cuanto a calidad se refiere. Y para más sorpresa estos títulos han ido dirigidos a un público adulto, lo cual puede ser un suicidio comercial. Por mucho que Pixar y Dreamworks hayan hecho por la animación menos infantil, como los recientes casos de UP o COMO ENTRENAR A TU DRAGÓN, la mayoría de la gente cree que los dibujos animados son para niños. Ojalá eso cambie y poco a poco toda clase de público se atreva a disfrutar de la maravilla que resulta la animación cuando está bien hecha. Primero fueron Fernando Trueba y Javier Mariscal los que estrenaron la fenomenal CHICO & RITA (recientemente nominada a los OSCAR como mejor película de animación) y ahora le llega el turno a ARRUGAS (ganadora de dos GOYA, mejor guión adaptado y mejor película de animación), adaptación de la multipremiada novela gráfica de Paco Roca, que él mismo se ha encargado de convertir en guión cinematográfico junto a la colaboración de Ángel de Sabiendo las limitaciones económicas con las que cuenta la animación en España hay que aplaudir el resultado final de esta cinta que, aunque en ocasiones flojea técnicamente, logra disimular esas carencias con buenos efectos sonoros, con una música afín a lo que se cuenta y con una fotografía e iluminación sobresalientes.
VALORACIÓN:
miércoles, 29 de febrero de 2012
MONEYBALL
Rompiendo las reglas.
Voy a empezar reivindicando la figura de Brad Pitt como uno de los mejores actores que hay en estos momentos. Pitt lleva toda su carrera luchando contra la genética, que ha servido a numerosos envidiosos para desprestigiarlo como actor. Señores, se puede ser tremendamente bello y a la vez un intérprete de nivel y aquí tenemos un claro ejemplo. MONEYBALL le ha valido a su protagonista numerosas nominaciones a premios de prestigio pero en ninguno de los casos se le ha concedido galardón alguno. ¿Por qué todo el mundo se deshace en elogios hacia George Clooney por su normalita e incluso sosa interpretación en LOS DESCENDIENTES y Brad Pitt, que se mete de lleno en la piel del director deportivo de los Athletics de Oakland, ha pasado tan desapercibido?
MONEYBALL, basada en hechos reales, cuenta la historia de Billy Beane (Pitt), un ex jugador de béisbol reconvertido en directivo de los Oakland que junto a su joven asistente Peter Brand (Jonah Hill), recién licenciado en económicas, aplicará patrones matemáticos para formar un equipo capaz de ganar la liga.
Si alguien se echa para atrás a la hora de ver la película, cuando lee el argumento, por el hecho de encontrarse ante una película de deportes y más concretamente de béisbol, tan desconocido entre nosotros, que no se lleve a engaño. El deporte es la excusa para contar una historia de superación y de ascensión al éxito, o al menos de intentar alcanzar ese éxito. No hace falta entender de dicho juego para ver y disfrutar la cinta de Bennet Miller. Este director, conocido por su biopic sobre el genial escritor TRUMAN CAPOTE, realiza una película sobria y de narrativa correcta que se sustenta en un guión muy sólido de los siempre interesantes Steven Zaillian y Aaron Sorkin (LA RED SOCIAL). No es una gran película pero sí es resultona y entretenida, ya que a pesar de las más de dos horas de duración el ritmo no decae ni la historia pierde interés, sino todo lo contrario. A medida que vas conociendo al personaje de Beane, su relación con su hija (maravillosa Kerris Dorsey, la cual cuenta y canta con una preciosa voz), con los jugadores de su equipo (atención a la escena en los vestuarios donde los derrotados jugadores parecen estar celebrando una victoria y Bean les sermonea por ello), con el entrenador (intenso Phillip Seymour Hoffman), con los asesores e incluso con su ex mujer (Robin Wright) más te enganchas a la historia la cual te logra contagiar de su energía optimista.
VALORACIÓN:
Voy a empezar reivindicando la figura de Brad Pitt como uno de los mejores actores que hay en estos momentos. Pitt lleva toda su carrera luchando contra la genética, que ha servido a numerosos envidiosos para desprestigiarlo como actor. Señores, se puede ser tremendamente bello y a la vez un intérprete de nivel y aquí tenemos un claro ejemplo. MONEYBALL le ha valido a su protagonista numerosas nominaciones a premios de prestigio pero en ninguno de los casos se le ha concedido galardón alguno. ¿Por qué todo el mundo se deshace en elogios hacia George Clooney por su normalita e incluso sosa interpretación en LOS DESCENDIENTES y Brad Pitt, que se mete de lleno en la piel del director deportivo de los Athletics de Oakland, ha pasado tan desapercibido?
MONEYBALL, basada en hechos reales, cuenta la historia de Billy Beane (Pitt), un ex jugador de béisbol reconvertido en directivo de los Oakland que junto a su joven asistente Peter Brand (Jonah Hill), recién licenciado en económicas, aplicará patrones matemáticos para formar un equipo capaz de ganar la liga.
Si alguien se echa para atrás a la hora de ver la película, cuando lee el argumento, por el hecho de encontrarse ante una película de deportes y más concretamente de béisbol, tan desconocido entre nosotros, que no se lleve a engaño. El deporte es la excusa para contar una historia de superación y de ascensión al éxito, o al menos de intentar alcanzar ese éxito. No hace falta entender de dicho juego para ver y disfrutar la cinta de Bennet Miller. Este director, conocido por su biopic sobre el genial escritor TRUMAN CAPOTE, realiza una película sobria y de narrativa correcta que se sustenta en un guión muy sólido de los siempre interesantes Steven Zaillian y Aaron Sorkin (LA RED SOCIAL). No es una gran película pero sí es resultona y entretenida, ya que a pesar de las más de dos horas de duración el ritmo no decae ni la historia pierde interés, sino todo lo contrario. A medida que vas conociendo al personaje de Beane, su relación con su hija (maravillosa Kerris Dorsey, la cual cuenta y canta con una preciosa voz), con los jugadores de su equipo (atención a la escena en los vestuarios donde los derrotados jugadores parecen estar celebrando una victoria y Bean les sermonea por ello), con el entrenador (intenso Phillip Seymour Hoffman), con los asesores e incluso con su ex mujer (Robin Wright) más te enganchas a la historia la cual te logra contagiar de su energía optimista.
VALORACIÓN:
domingo, 26 de febrero de 2012
SHAME
¿Vergüenza?
Cuando una película trata sobre sexo, ya sea en tono erótico, cómico, dramático, trágico o con un toque de thriller, ciertos distribuidores y exhibidores se asustan
-¿vergüenza?- ante un posible rechazo del público asiduo a las salas cinematográficas. Yo les recomendaría que antes de juzgar la película por el envoltorio (esto también va para el público más mojigato) se dignaran a dar una oportunidad al producto de calidad que se esconde tras la premisa. Steve McQueen, artista polifacético y director inglés que comparte nombre con el mítico actor apodado "The king of cool" protagonista de títulos como BULLIT o EL COLOSO EN LLAMAS, estrena por primera vez en nuestro país una película (aún está pendiente de llegar a nuestras salas su ópera prima HUNGER -¿vergüenza?-). A pesar del enorme reconocimiento que SHAME ha tenido en diferentes festivales y de las buenas críticas recibidas, el estreno en nuestras salas ha sido muy minoritario -¿vergüenza?-, pero una vez más el público español, que no es tan carca como muchas veces nos hacen creer, está respaldando la cinta. El omnipresente Michael Fassbender, actor fetiche de McQueen que ha protagonizado sus dos films y que formará parte del elenco del tercero junto a Brad Pitt y Chiwetel Ejiofor, se transforma en Brandon, un treintañero neoyorkino con una preocupante adicción al sexo. Su vida se limita a trabajar como ejecutivo de una empresa, salir de copas con su jefe, fornicar con todo bicho viviente (no pretendo ofender a nadie con lo de bicho, es un decir) y masturbarse en el baño o tener cibersexo de manera compulsiva -¿vergüenza?-. Cuando su hermana Sissy (Carey Mulligan) aparece por sorpresa en su apartamento de diseño, Brandon pierde el poco control que le queda sobre su vida y se hace más patente su caída a un profundo pozo de autodestrucción.
McQueen muestra un Manhattan oscuro y sórdido, lejos del glamour y los brillos a los que estamos acostumbrados, que es el que habita su protagonista, un hombre que se mueve entre sombras y se refugia en la oscuridad de la noche -¿vergüenza?-. Esta atmósfera tan turbadora e incómoda, magníficamente fotografiada por Sean Bobbitt, ayuda a entender el estado anímico por el que pasan los hermanos protagonistas. Del mismo modo, la excelente banda sonora de Harry Scott envuelve de cierta incomodidad las imágenes de sexo más explícito. Son impresionantemente bellas algunas secuencias, como cuando Brandon sale a correr en plena noche (larguísimo y maravilloso travelling) o la actuación en el club de jazz a cargo de una entregada Carey Mulligan que, a pesar de no tener una gran voz, ni siquiera bonita, logra emocionar con su personal interpretación de la mítica canción NEW YORK, NEW YORK, que interpretaba Liza Minelli en la película del mismo título. Lejos de lo que pueda parecer los desnudos no son nada gratuitos (aunque si ver el desnudo integral de Fassbender sirve para llevar más gente a las salas, alabado sea). ¡¿Cómo, si no, contar una historia de adicción al sexo?!
Debo calificar la película de valiente, rompedora, provocadora, dura, cruda, devastadora, ruda... e imprescindible. A mí no me dio vergüenza verla, sufrirla, disfrutarla. ¡Que no os de vergüenza!
VALORACIÓN:
Cuando una película trata sobre sexo, ya sea en tono erótico, cómico, dramático, trágico o con un toque de thriller, ciertos distribuidores y exhibidores se asustan
-¿vergüenza?- ante un posible rechazo del público asiduo a las salas cinematográficas. Yo les recomendaría que antes de juzgar la película por el envoltorio (esto también va para el público más mojigato) se dignaran a dar una oportunidad al producto de calidad que se esconde tras la premisa. Steve McQueen, artista polifacético y director inglés que comparte nombre con el mítico actor apodado "The king of cool" protagonista de títulos como BULLIT o EL COLOSO EN LLAMAS, estrena por primera vez en nuestro país una película (aún está pendiente de llegar a nuestras salas su ópera prima HUNGER -¿vergüenza?-). A pesar del enorme reconocimiento que SHAME ha tenido en diferentes festivales y de las buenas críticas recibidas, el estreno en nuestras salas ha sido muy minoritario -¿vergüenza?-, pero una vez más el público español, que no es tan carca como muchas veces nos hacen creer, está respaldando la cinta. El omnipresente Michael Fassbender, actor fetiche de McQueen que ha protagonizado sus dos films y que formará parte del elenco del tercero junto a Brad Pitt y Chiwetel Ejiofor, se transforma en Brandon, un treintañero neoyorkino con una preocupante adicción al sexo. Su vida se limita a trabajar como ejecutivo de una empresa, salir de copas con su jefe, fornicar con todo bicho viviente (no pretendo ofender a nadie con lo de bicho, es un decir) y masturbarse en el baño o tener cibersexo de manera compulsiva -¿vergüenza?-. Cuando su hermana Sissy (Carey Mulligan) aparece por sorpresa en su apartamento de diseño, Brandon pierde el poco control que le queda sobre su vida y se hace más patente su caída a un profundo pozo de autodestrucción.
McQueen muestra un Manhattan oscuro y sórdido, lejos del glamour y los brillos a los que estamos acostumbrados, que es el que habita su protagonista, un hombre que se mueve entre sombras y se refugia en la oscuridad de la noche -¿vergüenza?-. Esta atmósfera tan turbadora e incómoda, magníficamente fotografiada por Sean Bobbitt, ayuda a entender el estado anímico por el que pasan los hermanos protagonistas. Del mismo modo, la excelente banda sonora de Harry Scott envuelve de cierta incomodidad las imágenes de sexo más explícito. Son impresionantemente bellas algunas secuencias, como cuando Brandon sale a correr en plena noche (larguísimo y maravilloso travelling) o la actuación en el club de jazz a cargo de una entregada Carey Mulligan que, a pesar de no tener una gran voz, ni siquiera bonita, logra emocionar con su personal interpretación de la mítica canción NEW YORK, NEW YORK, que interpretaba Liza Minelli en la película del mismo título. Lejos de lo que pueda parecer los desnudos no son nada gratuitos (aunque si ver el desnudo integral de Fassbender sirve para llevar más gente a las salas, alabado sea). ¡¿Cómo, si no, contar una historia de adicción al sexo?!
Debo calificar la película de valiente, rompedora, provocadora, dura, cruda, devastadora, ruda... e imprescindible. A mí no me dio vergüenza verla, sufrirla, disfrutarla. ¡Que no os de vergüenza!
VALORACIÓN:
lunes, 20 de febrero de 2012
PROMOCIÓN FANTASMA
En ocasiones veo fantasmas adolescentes.
Eso es lo que le ocurre a Modesto (Raúl Arévalo), profesor en paro que ve muertos y se deja el dinero en un psiquiatra (Joaquín Reyes) más desequilibrado que él. Su suerte cambia cuando Tina (Alexandra Jiménez), directora de un instituto caído en desgracia por culpa de los fantasmas de unos alumnos fallecidos veinte años atrás en la biblioteca, le ofrece trabajo. Su nueva labor consistirá en dar clases a los fantasmas y conseguir que se gradúen para que solucionen su asignatura pendiente en el mundo de los vivos y puedan irse al más allá.
PROMOCIÓN FANTASMA, segundo largometraje de Nacho Ruiz Calderas, da lo que promete: diversión, entretenimiento y un gran trabajo de sus protagonistas. Y no hay que pedirle nada más.
A los efectos especiales o se les ve el truco (esas excesivas vomitonas de colores y a chorros que salen de un tubo de la boca de Javier Bódalo) o parecen hechas por el quipo de Art Attack (esas terribles grapadoras volando y ese esqueleto movido por hilos) pero cuando entras en la historia y te dejas atrapar por los chistes y la gracia de los intérpretes, los FX son lo de menos.
Resulta gracioso ver como el cine español americaniza las películas de y, principalmente, para adolescentes con la esperanza de que más gente se sienta atraída a verla. En esta ocasión pienso que ha sido un acierto y que definir tan claro los roles de cada uno de los fantasmas (la empollona, el gamberro, el gracioso, el capitán del equipo de futbol, la chica guapa y popular) facilita la labor del actor que lo interpreta y la del espectador, que ya sabe a qué atenerse con cada uno de ellos. Así los personajes más complejos, carismáticos y originales son los que recaen sobre dos secundarios de partirse la caja, Carlos Areces y Silvia Abril, con los que ya contó Ruiz Calderas en su ópera prima, SPANISH MOVIE. El primero hace de Otegui, padre de una alumna del colegio y presidente del AMPA, que no hace más que complicar la vida de la directora del centro. Es desternillante su discurso sobre el escenario del teatro que remata, muy falto de pudor, con un ¿calvo? con sorpresa. La segunda es Manuela, una secretaria mística y ligeramente chalada que intenta comunicarse con los muertos a través de ritos extraños. Pero los que más sorprenden son la pareja protagonista, Arévalo + Jiménez, que demuestran una química magnífica dotando de ternura y chispa a sus personajes. Hacen muy buena pareja.
Los guionistas y el director han declarado su intención de homenajear las películas de instituto de los 80 de John Hughes así que nadie se lleve a engaño, no es una copia de clásicos de nuestra infancia/adolescencia. Es una cinta original, amable, simpática, tronchante, de consumo fácil pero que resultará floja y sentimentaloide al público más salvaje o excesiva y ordinadia a los más remilgados. Pues sí, tiene un poco de todo eso, pero no decepciona.
VALORACIÓN:
Eso es lo que le ocurre a Modesto (Raúl Arévalo), profesor en paro que ve muertos y se deja el dinero en un psiquiatra (Joaquín Reyes) más desequilibrado que él. Su suerte cambia cuando Tina (Alexandra Jiménez), directora de un instituto caído en desgracia por culpa de los fantasmas de unos alumnos fallecidos veinte años atrás en la biblioteca, le ofrece trabajo. Su nueva labor consistirá en dar clases a los fantasmas y conseguir que se gradúen para que solucionen su asignatura pendiente en el mundo de los vivos y puedan irse al más allá.
PROMOCIÓN FANTASMA, segundo largometraje de Nacho Ruiz Calderas, da lo que promete: diversión, entretenimiento y un gran trabajo de sus protagonistas. Y no hay que pedirle nada más.
A los efectos especiales o se les ve el truco (esas excesivas vomitonas de colores y a chorros que salen de un tubo de la boca de Javier Bódalo) o parecen hechas por el quipo de Art Attack (esas terribles grapadoras volando y ese esqueleto movido por hilos) pero cuando entras en la historia y te dejas atrapar por los chistes y la gracia de los intérpretes, los FX son lo de menos.
Resulta gracioso ver como el cine español americaniza las películas de y, principalmente, para adolescentes con la esperanza de que más gente se sienta atraída a verla. En esta ocasión pienso que ha sido un acierto y que definir tan claro los roles de cada uno de los fantasmas (la empollona, el gamberro, el gracioso, el capitán del equipo de futbol, la chica guapa y popular) facilita la labor del actor que lo interpreta y la del espectador, que ya sabe a qué atenerse con cada uno de ellos. Así los personajes más complejos, carismáticos y originales son los que recaen sobre dos secundarios de partirse la caja, Carlos Areces y Silvia Abril, con los que ya contó Ruiz Calderas en su ópera prima, SPANISH MOVIE. El primero hace de Otegui, padre de una alumna del colegio y presidente del AMPA, que no hace más que complicar la vida de la directora del centro. Es desternillante su discurso sobre el escenario del teatro que remata, muy falto de pudor, con un ¿calvo? con sorpresa. La segunda es Manuela, una secretaria mística y ligeramente chalada que intenta comunicarse con los muertos a través de ritos extraños. Pero los que más sorprenden son la pareja protagonista, Arévalo + Jiménez, que demuestran una química magnífica dotando de ternura y chispa a sus personajes. Hacen muy buena pareja.
Los guionistas y el director han declarado su intención de homenajear las películas de instituto de los 80 de John Hughes así que nadie se lleve a engaño, no es una copia de clásicos de nuestra infancia/adolescencia. Es una cinta original, amable, simpática, tronchante, de consumo fácil pero que resultará floja y sentimentaloide al público más salvaje o excesiva y ordinadia a los más remilgados. Pues sí, tiene un poco de todo eso, pero no decepciona.
VALORACIÓN:
viernes, 17 de febrero de 2012
ALBERT NOBBS
¿Quién es ese chico?
Glenn Close. La atrevida y polifacética actriz, recordada por su soberbia interpretación de la Madame de Merteuile de LAS AMISTADES PELIGROSAS, recupera para el cine un personaje al que ya dió vida en el teatro en 1982: ALBERT NOBBS. A lo largo de estos años ha intentado en varias ocasiones llevar la historia de Nobbs al cine y finalmente lo ha conseguido de la mano de su amigo y fiel director Rodrigo García (hijo del escritor Gabriel García Márquez), con el que ya ha colaborado en tres ocasiones. Close es Nobbs, una mujer disfrazada de hombre que oculta a todo el mundo su verdadera identidad para poder trabajar y valerse por sí misma en la Irlanda decimonónica.
García, conocido principalmente por sus dramas corales, realiza una labor un tanto sosa y simplona, quizás encorsetado por un guión mal desarrollado y peor resuelto, quizás porque se centra en personajes poco interesantes como los que interpretan (muy correctamente) Mia Wasikowska y Aaron Johnson, o en el del propio Nobbs, que en ocasiones parece una figura de cera y queda un poco desdibujado. La estrella indiscutible de la función es Janet McTeer, actriz que borda su papel de Hubert Page, otra mujer transformada en hombre que se convertirá en el/la cómplice del/la protagonista y su más fiel aliado/a. McTeer representa las mejores escenas del film y dibuja un personaje con más carisma e interés que el de Close, a quien no quiero quitarle mérito, que lo tiene y mucho. De hecho, admiro su valentía y entrega a la hora de meterse en la piel de tan complejo personaje. Pero me creo más a McTeer, la cual sospecho que tiene más posibilidades de llevarse el Oscar que la propia Glenn Close, que ya ha estado nominada en seis ocasiones, incluyendo esta, y nunca ha sido galardonada.
La ambientación y la caracterización de la película están muy conseguidas y huyen de mostrar espacios y situaciones teatrales para ceder terreno, como debe ser, al lenguaje cinematográfico.
El resto del reparto está correcto e incluso acertado en sus actuaciones, atención a Pauline Collins como Mrs. Baker, la petulante patrona de Nobbs que en unas ocasiones es simpática y graciosa, y en otras es irritante y abusadora.
Una película con buenas intenciones que cuenta con una correcta factura pero que merecía más pasión y emoción, así como un "in crescendo" que desembocara en un final conmovedor (que no es el caso). Todo esto la hace una película ni admirable, ni despreciable, sino todo lo contrario.
VALORACIÓN:
Glenn Close. La atrevida y polifacética actriz, recordada por su soberbia interpretación de la Madame de Merteuile de LAS AMISTADES PELIGROSAS, recupera para el cine un personaje al que ya dió vida en el teatro en 1982: ALBERT NOBBS. A lo largo de estos años ha intentado en varias ocasiones llevar la historia de Nobbs al cine y finalmente lo ha conseguido de la mano de su amigo y fiel director Rodrigo García (hijo del escritor Gabriel García Márquez), con el que ya ha colaborado en tres ocasiones. Close es Nobbs, una mujer disfrazada de hombre que oculta a todo el mundo su verdadera identidad para poder trabajar y valerse por sí misma en la Irlanda decimonónica.
García, conocido principalmente por sus dramas corales, realiza una labor un tanto sosa y simplona, quizás encorsetado por un guión mal desarrollado y peor resuelto, quizás porque se centra en personajes poco interesantes como los que interpretan (muy correctamente) Mia Wasikowska y Aaron Johnson, o en el del propio Nobbs, que en ocasiones parece una figura de cera y queda un poco desdibujado. La estrella indiscutible de la función es Janet McTeer, actriz que borda su papel de Hubert Page, otra mujer transformada en hombre que se convertirá en el/la cómplice del/la protagonista y su más fiel aliado/a. McTeer representa las mejores escenas del film y dibuja un personaje con más carisma e interés que el de Close, a quien no quiero quitarle mérito, que lo tiene y mucho. De hecho, admiro su valentía y entrega a la hora de meterse en la piel de tan complejo personaje. Pero me creo más a McTeer, la cual sospecho que tiene más posibilidades de llevarse el Oscar que la propia Glenn Close, que ya ha estado nominada en seis ocasiones, incluyendo esta, y nunca ha sido galardonada.
La ambientación y la caracterización de la película están muy conseguidas y huyen de mostrar espacios y situaciones teatrales para ceder terreno, como debe ser, al lenguaje cinematográfico.
El resto del reparto está correcto e incluso acertado en sus actuaciones, atención a Pauline Collins como Mrs. Baker, la petulante patrona de Nobbs que en unas ocasiones es simpática y graciosa, y en otras es irritante y abusadora.
Una película con buenas intenciones que cuenta con una correcta factura pero que merecía más pasión y emoción, así como un "in crescendo" que desembocara en un final conmovedor (que no es el caso). Todo esto la hace una película ni admirable, ni despreciable, sino todo lo contrario.
VALORACIÓN:
miércoles, 15 de febrero de 2012
ATTACK THE BLOCK
Invasión alienígena en Londres.
Por alguna extraña razón que se escapa a mi entendimiento los aliens suelen escoger los Estados Unidos como objetivo de sus invasiones. Pero en esta ocasión un barrio humilde del sur de Londres ha sido el elegido para sufrir el ataque de un grupo de extraterrestres con muy mala leche y, lejos de lo que pueda parecer, los vecinos de este barrio están más que preparados (a su manera) para enfrentarse a los invasores. En concreto, una pandilla de amigos que atracan a una muchacha solitaria durante una noche festiva, se armarán de bates de béisbol, petardos, cadenas, bicicletas y una katana para hacer frente a unos peligrosos monstruitos (que parecen los hermanos mayores de los CRITTERS) con apariencia de gorilas y dentadura fluorescente que vienen a La Tierra con ganas de gresca... ¡y la van a tener!
ATTACK THE BLOCK, película dirigida por el debutante Joe Cornish, fue la gran triunfadora del pasado "Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya" (Sitges 2011) alzándose con los premios a la Mejor Banda Sonora Original, el Premio Especial del Jurado, el Gran Premio del Público a la Mejor Película y el Premio de la Crítica José Luis Guarner. Cornish ha creado un entretenimiento hecho para divertir tanto al público friki asiduo de festivales como el anteriormente mencionado, como a nostálgicos de las películas ochenteras de la factoría Spielberg o degustadores de comedias fantásticas british tipo ZOMBIES PARTY o PAUL. Esto no sería malo si además se hubiera acordado de la gran masa, esa que llena salas de cine y consume palomitas y Coca-Cola en cantidades ingentes, ya que hubiera conseguido lo que me da la sensación que pretendían los productores, forrarse. Así que, finalmente, le ha quedado una obra un tanto descafeinada, pues no llega a ser todo lo cafre y loca que podría haber sido (y que yo hubiera aplaudido), pero tampoco es un producto mainstream al uso.
La película se nutre de un guión lleno de toques cómicos, de unos actores juveniles en estado de gracia (atención a los simpáticos e incluso monísimos niños pequeños apodados Caos y Problemas) y unas escenas de acción bien resueltas. Igualmente sale airosa usando de manera inteligente los espacios laberínticos donde transcurre la historia.
Los efectos especiales son un poco de estar por casa, lo que confiere al resultado final un toque aún más pronunciado de serie B, pero no por ello resultan vergonzosos.
Recomiendo verla sin pretensiones de más. Es una película para pasar un buen rato y ya está.
VALORACIÓN:
Por alguna extraña razón que se escapa a mi entendimiento los aliens suelen escoger los Estados Unidos como objetivo de sus invasiones. Pero en esta ocasión un barrio humilde del sur de Londres ha sido el elegido para sufrir el ataque de un grupo de extraterrestres con muy mala leche y, lejos de lo que pueda parecer, los vecinos de este barrio están más que preparados (a su manera) para enfrentarse a los invasores. En concreto, una pandilla de amigos que atracan a una muchacha solitaria durante una noche festiva, se armarán de bates de béisbol, petardos, cadenas, bicicletas y una katana para hacer frente a unos peligrosos monstruitos (que parecen los hermanos mayores de los CRITTERS) con apariencia de gorilas y dentadura fluorescente que vienen a La Tierra con ganas de gresca... ¡y la van a tener!
ATTACK THE BLOCK, película dirigida por el debutante Joe Cornish, fue la gran triunfadora del pasado "Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya" (Sitges 2011) alzándose con los premios a la Mejor Banda Sonora Original, el Premio Especial del Jurado, el Gran Premio del Público a la Mejor Película y el Premio de la Crítica José Luis Guarner. Cornish ha creado un entretenimiento hecho para divertir tanto al público friki asiduo de festivales como el anteriormente mencionado, como a nostálgicos de las películas ochenteras de la factoría Spielberg o degustadores de comedias fantásticas british tipo ZOMBIES PARTY o PAUL. Esto no sería malo si además se hubiera acordado de la gran masa, esa que llena salas de cine y consume palomitas y Coca-Cola en cantidades ingentes, ya que hubiera conseguido lo que me da la sensación que pretendían los productores, forrarse. Así que, finalmente, le ha quedado una obra un tanto descafeinada, pues no llega a ser todo lo cafre y loca que podría haber sido (y que yo hubiera aplaudido), pero tampoco es un producto mainstream al uso.
La película se nutre de un guión lleno de toques cómicos, de unos actores juveniles en estado de gracia (atención a los simpáticos e incluso monísimos niños pequeños apodados Caos y Problemas) y unas escenas de acción bien resueltas. Igualmente sale airosa usando de manera inteligente los espacios laberínticos donde transcurre la historia.
Los efectos especiales son un poco de estar por casa, lo que confiere al resultado final un toque aún más pronunciado de serie B, pero no por ello resultan vergonzosos.
Recomiendo verla sin pretensiones de más. Es una película para pasar un buen rato y ya está.
VALORACIÓN:
lunes, 13 de febrero de 2012
KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO
Yo tampoco sé dónde está mi lugar...
Si hay algo que debo reconocerle a Icíar Bollaín es que es de las pocas directoras (y directores) españolas que se atreven a hacer cine social yendo contra la industria cinematográfica y contra la comercialidad más facilona y pese a todo salir airosa.
KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO sigue la línea trazada en su anterior película, TAMBIÉN LA LLUVIA, de denuncia de temas universales como el derecho a algo tan esencial y vital como el agua, en la cinta de 2010 protagonizada por Luis Tosar y Gael García Bernal o el de una educación justa y accesible para todos, que ahora plantea.
Basándose en la vida de la profesora y pedagoga catalana Victòria Subirana, también conocida como Vicki Sherpa, Bollaín se traslada a Nepal para contar una historia que podría suceder en cualquier otro país del mundo e incluso en el nuestro si retrocediéramos unas cuantas décadas. Y hay que admitir que la directora madrileña no lo hace nada mal. A lo largo de su carrera como directora ha demostrado su valía a la hora de dirigir actores (recordemos al estupendo elenco de TE DOY MIS OJOS) y de contar situaciones más o menos cotidianas tanto cómicas como dramáticas.
Laia, una brillante y cada vez más versátil Verónica Echegui (flamante ganadora del "Premi Gaudí" a la mejor actriz protagonista), viaja a Katmandú para trabajar en una escuela. Allí descubre una pobreza extrema y un sistema educativo lamentable que excluye a las clases más bajas de la sociedad así que decide luchar contra el sistema para que todos los niños y niñas puedan optar a una formación y por lo tanto a una opción de salir adelante.
El personaje y la persona que hay detrás deberían sevirnos de inspiración para luchar e intentar conseguir nuestros sueños a pesar de las dificultades y trabas que hallemos en el camino. Si hay alguien que las pasa canutas es Laia/Vicki, que debe enfrentarse a sobornos y amenazas de ser expulsada del país, a causa de lo cual decide contraer un matrimonio de conveniencia para conseguir legalizar su estancia en Nepal donde ha descubierto que está su lugar.
Debo reprender la condescendencia con la que Bollaín trata en ocasiones al espectador, pues quiere explicar en exceso situaciones que hablan por sí mismas y no necesitan reiteraciones (¡con mostrarlas una vez era más que suficiente!). Por ejemplo, los momentos de desesperación de la protagonista, que acaban resultando ligeramente cansinos, el rechazo de la familia de Sharmila (la amiga nepalí de Laia) a que esta trabaje en el barrio más marginal de la ciudad o enseñar, a mi entender de manera gratuita, la defecación plagada de enormes gusanos de uno de los niños de la escuela, para demostrar las pésimas condiciones en las que viven los habitantes de tal barrio (¡si está más que claro!).
...ni cuál es mi espejo en el cielo.
VALORACIÓN:
Si hay algo que debo reconocerle a Icíar Bollaín es que es de las pocas directoras (y directores) españolas que se atreven a hacer cine social yendo contra la industria cinematográfica y contra la comercialidad más facilona y pese a todo salir airosa.
KATMANDÚ, UN ESPEJO EN EL CIELO sigue la línea trazada en su anterior película, TAMBIÉN LA LLUVIA, de denuncia de temas universales como el derecho a algo tan esencial y vital como el agua, en la cinta de 2010 protagonizada por Luis Tosar y Gael García Bernal o el de una educación justa y accesible para todos, que ahora plantea.
Basándose en la vida de la profesora y pedagoga catalana Victòria Subirana, también conocida como Vicki Sherpa, Bollaín se traslada a Nepal para contar una historia que podría suceder en cualquier otro país del mundo e incluso en el nuestro si retrocediéramos unas cuantas décadas. Y hay que admitir que la directora madrileña no lo hace nada mal. A lo largo de su carrera como directora ha demostrado su valía a la hora de dirigir actores (recordemos al estupendo elenco de TE DOY MIS OJOS) y de contar situaciones más o menos cotidianas tanto cómicas como dramáticas.
Laia, una brillante y cada vez más versátil Verónica Echegui (flamante ganadora del "Premi Gaudí" a la mejor actriz protagonista), viaja a Katmandú para trabajar en una escuela. Allí descubre una pobreza extrema y un sistema educativo lamentable que excluye a las clases más bajas de la sociedad así que decide luchar contra el sistema para que todos los niños y niñas puedan optar a una formación y por lo tanto a una opción de salir adelante.
El personaje y la persona que hay detrás deberían sevirnos de inspiración para luchar e intentar conseguir nuestros sueños a pesar de las dificultades y trabas que hallemos en el camino. Si hay alguien que las pasa canutas es Laia/Vicki, que debe enfrentarse a sobornos y amenazas de ser expulsada del país, a causa de lo cual decide contraer un matrimonio de conveniencia para conseguir legalizar su estancia en Nepal donde ha descubierto que está su lugar.
Debo reprender la condescendencia con la que Bollaín trata en ocasiones al espectador, pues quiere explicar en exceso situaciones que hablan por sí mismas y no necesitan reiteraciones (¡con mostrarlas una vez era más que suficiente!). Por ejemplo, los momentos de desesperación de la protagonista, que acaban resultando ligeramente cansinos, el rechazo de la familia de Sharmila (la amiga nepalí de Laia) a que esta trabaje en el barrio más marginal de la ciudad o enseñar, a mi entender de manera gratuita, la defecación plagada de enormes gusanos de uno de los niños de la escuela, para demostrar las pésimas condiciones en las que viven los habitantes de tal barrio (¡si está más que claro!).
...ni cuál es mi espejo en el cielo.
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